La etapa de Ricardo Gareca al frente de la selección chilena ha llegado a su fin. Este martes, tras una dura derrota 0-2 frente a Bolivia en La Paz, el técnico argentino presentó su renuncia. El equipo quedó último en las eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial 2026, confirmando su tercera ausencia consecutiva en una Copa del Mundo.
A sus 67 años, Gareca deja La Roja con apenas una victoria en partidos oficiales. En rueda de prensa, agradeció a los dirigentes y negó que su salida se deba a temas económicos. "Tuvimos una reunión con la dirigencia y los jugadores, y les comunicamos que queríamos descomprimir esto", dijo. También reconoció que el resultado fue un golpe duro: "Me llevo una gran imagen de Chile, pero no conseguimos resultados. Deportivamente es un golpe, como lo es para el país".
La continuidad del “Tigre” se había vuelto insostenible, pero su contrato incluía una cláusula de tres millones de dólares en caso de despido. La federación chilena, encabezada por Pablo Milad, esperó que el DT diera un paso al costado, lo que finalmente ocurrió tras la eliminación matemática.
Milad evitó asumir culpas y aseguró que el próximo técnico será elegido por el nuevo gerente deportivo, aún sin nombrar. El sucesor de Gareca deberá dirigir los dos partidos finales de la eliminatoria ante Brasil y Uruguay en septiembre.
Gareca llegó en enero de 2024, con el aval de su exitoso paso por Perú, donde clasificó al Mundial 2018. Su debut con Chile fue esperanzador: un triunfo amistoso 3-0 sobre Albania. Pero en la Copa América no logró ganar, y en las eliminatorias cosechó cuatro derrotas consecutivas, incluida la histórica caída como local ante Bolivia. Su única victoria oficial fue un 4-2 ante Venezuela.
El técnico intentó renovar un plantel que vive el ocaso de su “generación dorada”, campeona de América en 2015 y 2016. No logró consolidar recambios, y la ausencia prolongada de referentes como Arturo Vidal y Claudio Bravo fue parte de un proceso convulso.
La salida de Gareca confirma la crisis del fútbol chileno. Desde su última clasificación a un Mundial en 2014, la Roja ha acumulado fracasos pese a apostar por técnicos de distintos perfiles como Rueda, Lasarte y Berizzo. El presente es sombrío, y el futuro, aún incierto.