No es lo mismo ganar una Champions… que hacerlo como un equipo grande. Y el PSG de Luis Enrique lo hizo. En el Allianz Arena, aplastaron 5-0 al Inter de Milán en una final que quedará grabada por su dominio total y su pegada feroz. Fue el broche de oro para una temporada perfecta: Triplete y una actuación que lo coloca en la élite del fútbol europeo.
El partido se rompió temprano. A los 11 minutos, una jugada perfectamente elaborada terminó con Hakimi marcando el 1-0 y pidiendo perdón a la Curva del Inter. Solo nueve minutos después, Désiré Doué —elegido MVP de la final— firmó el segundo en una contra letal. El PSG se mostraba suelto, fresco, con autoridad. Todo lo contrario al Inter, que pareció no recuperarse nunca del golpe inicial.
Con apenas 25 años y 96 días de promedio, el once del PSG fue el más joven en una final de Champions en este siglo. El del Inter, uno de los más veteranos. La diferencia de ritmo, intensidad y hambre fue abismal. El equipo francés controló el juego, impuso el ritmo y no dio respiro.
Ya en la segunda parte, el festival parisino continuó. Doué selló su doblete con un contragolpe de manual para el 3-0 y Kvaratskhelia —campeón de Serie A, Ligue 1 y Champions en el mismo curso— firmó el cuarto. El 5-0 final llegó de los pies de Mayulu, el más joven en la cancha, para ponerle la firma a una noche que ya era histórica.
La diferencia fue tan grande que el primer remate a puerta del Inter llegó recién al minuto 74, con un cabezazo de Thuram que Donnarumma —otro de los pilares del PSG en esta Champions— desvió con una atajada brillante.
Luis Enrique consigue su segunda Liga de Campeones como técnico, y el PSG, por fin, logra esa ansiada primera ‘orejona’. Además, se convierte en el segundo club francés en ganarla, igualando al Marsella de 1993. Qatar, 14 años después de desembarcar en París, celebra su obra maestra.