Max Verstappen fue, otra vez, el mejor del resto, haciendo a un lado a los poderosos McLaren. El neerlandés se ubicó tercero con su Red Bull y volvió a exprimir en base a su talento al RB21, un auto que claramente no está para pelear arriba. Los datos lo muestran: después de dos fechas de penar por el fondo, Liam Lawson fue degradado a Racing Bulls y promovieron a Yuki Tsunoda. El japonés se subió al auto de Milton Keynes en la tercera cita y desde entonces, el campeón anotó 100 puntos, mientras que Yuki solo sumó siete. Y si algo faltaba, mientras el europeo partirá desde la segunda fila, el asiático picará ¡último! Quedó detrás hasta de Franco Colapinto, quien ni siquiera pudo terminar la Q1 por problemas en su Alpine.
Verstappen se quedó con el tercer puesto de partida por haber logrado su tiempo antes que George Russell, quien logró empardarlo hasta en la milésima. Más allá de picar desde la segunda fila, el monarca no se ve con chances. “Estoy contento con la tercera posición, pero la distancia con los de adelante es muy grande y los de atrás están apretados”, dijo.
“Faltó algo de ritmo en comparación con McLaren en todo el fin de semana. Veremos qué se puede hacer desde ahí atrás mañana. Tuvimos un viernes decente, pero desafortunadamente no fue suficiente para desafiar a los McLaren. Trataré de hacer lo mejor, será duro vencerlos”, agregó ya con la mente en la carrera.
El neerlandés fue consultado por la enorme diferencia en la interna de la escudería de Milton Keynes, con Tsunoda en el último cajón: “Esto ha estado pasando durante mucho tiempo con el segundo auto. Tal vez eso también es una señal. ¿De qué? Eso lo puedes averiguar tú mismo", contestó, tajante, ante la pregunta.