A través de un mensaje difundido en redes sociales, Carlos Vela anunció este martes su retiro definitivo del futbol profesional a los 36 años, tras una trayectoria de casi dos décadas en Europa, México y Estados Unidos.
El delantero mexicano, reconocido por su talento y visión dentro del campo, tuvo una carrera destacada que inició formalmente en 2006 y que concluyó con el LAFC, club donde se convirtió en emblema desde su fundación en 2018.
“Ha llegado el momento de oficialmente retirarme del futbol profesional. No hay palabras suficientes para expresar el agradecimiento que tengo por mi familia, los clubes que me dieron la oportunidad y a la afición por su apoyo y cariño. Gracias”, escribió Vela en su despedida.
Una trayectoria brillante
Formado por el Arsenal inglés, Vela pasó por equipos como Osasuna, Real Sociedad y West Bromwich Albion. Su consolidación llegó en la Real Sociedad, donde firmó seis temporadas memorables en La Liga. Posteriormente, su paso por el LAFC lo catapultó como uno de los máximos referentes de la MLS, siendo campeón y MVP.
Trayectoria profesional:
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U.D. Salamanca (2006-07)
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C.A. Osasuna (2007-08)
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Arsenal F.C. (2008-2011)
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West Bromwich Albion (2010-11)
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Real Sociedad (2011-2018)
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LAFC (2018-2024)
Su retiro no significa una separación total del futbol: permanecerá ligado al LAFC, aunque aún no se especifica en qué función.
Entre el talento y la honestidad
Carlos Vela fue siempre una figura singular en el futbol mexicano. Conocido por su estilo elegante y técnico, también generó conversación al expresar abiertamente que no sentía una pasión desbordada por el futbol. “La verdad, el futbol nunca me ha apasionado tanto”, confesó en una entrevista durante su paso por España, reconociendo su mayor afición por la NBA.
El exentrenador Arsène Wenger, quien lo llevó al Arsenal, siempre destacó su capacidad técnica, aunque alguna vez lo definió como “comodino” por su falta de ambición fuera del terreno.
Vela se va dejando un legado particular, marcado por el talento natural, la sinceridad y un estilo que lo convirtió en ídolo en la cancha, pero también en un jugador genuinamente diferente fuera de ella.
