Un golazo de Álex Berenguer fue suficiente para que el Athletic Club venciera 0-1 al Valencia en Mestalla, en un duelo marcado por la rigidez táctica y la falta de ocasiones claras. Con esta victoria, el equipo de Ernesto Valverde asegura su presencia en la próxima edición de la Supercopa de España y encadena su quinto partido consecutivo sin encajar goles, algo que no lograba desde la era de Javier Clemente.

El encuentro, que en principio parecía intrascendente por no tener grandes premios en juego, se convirtió en un ejercicio de disciplina y cautela entre dos equipos que se respetaron más de la cuenta. Valencia, que cerraba la temporada ante su afición tras un año de altibajos marcado por la amenaza del descenso y el resurgir con Carlos Corberán, no logró brindar el espectáculo que los cerca de 40,000 asistentes esperaban.

Durante la primera parte, el juego fue más táctico que emocionante. Las escasas ocasiones de peligro llegaron en acciones aisladas como un remate de Luis Rioja y otro intento de César Tárrega para los locales, o una espuela creativa de Guruzeta por parte de los visitantes. La pausa de hidratación no alteró el ritmo del partido, que seguía estancado en la prudencia.

Ya en el segundo tiempo, ambos equipos intentaron animar el encuentro. Sadiq y Guruzeta rondaron el gol para el Athletic, pero entre Yuri Berchiche y el arquero georgiano Giorgi Mamardashvili –quien vivía su despedida del club ché– evitaron la caída de su portería.

Valverde optó por introducir a Iñaki Williams para dar más dinamismo al ataque, pero fue Álex Berenguer quien rompió el guion. En el minuto 74, recibió el balón en la izquierda, recortó hacia el centro y lanzó un disparo con efecto que se coló en la escuadra, imposible para Mamardashvili. Una obra de arte que deshizo la monotonía y selló el destino del partido.

Corberán trató de reaccionar con los ingresos de Hugo Duro y Rafa Mir, pero el equipo ya no tuvo tiempo ni inspiración para remontar. Así, el Valencia cerró la temporada con una derrota amarga, mientras que el Athletic celebra una victoria con valor simbólico y un billete asegurado para la Supercopa.