Las semifinales del Clausura 2025 están listas para ofrecer emociones de alto voltaje, y no solo por la calidad de los equipos involucrados. El clima será otro protagonista en los duelos entre Toluca vs Tigres y América vs Cruz Azul, donde las condiciones meteorológicas podrían incidir en el desarrollo del juego.
Toluca vs Tigres: noche fresca y estable
El encuentro programado para este sábado 17 de mayo a las 20:00 horas en el Estadio Nemesio Diez se jugará con un clima fresco y sin probabilidades de lluvia. Se pronostica una temperatura de 18°C al arranque del partido, con cielo parcialmente nublado y vientos suaves que oscilarán entre los 2 y 20 km/h.
La humedad será moderada, y aunque no representa un riesgo, podría incidir en la resistencia física durante los minutos finales del encuentro, particularmente para los jugadores de Tigres, quienes deberán adaptarse a la altitud de Toluca.
América vs Cruz Azul: posible lluvia en la capital
El domingo 18 de mayo a las 19:00 horas, América y Cruz Azul protagonizarán una nueva edición del Clásico Joven en el Estadio Ciudad de los Deportes, donde se prevé un clima templado con probabilidad de lluvia ligera durante el segundo tiempo.
La temperatura rondará los 25°C, con una sensación térmica similar. El viento, proveniente del sureste, alcanzará velocidades de entre 6 y 26 km/h, lo que podría alterar la trayectoria del balón en jugadas a balón parado o centros largos.
Aunque el pronóstico de lluvia es bajo, los equipos deberán estar preparados para cambios repentinos que podrían modificar el ritmo del partido o afectar la superficie de juego.
Condiciones climáticas favorables, pero con advertencias
En general, ambos compromisos contarán con condiciones adecuadas para la práctica del fútbol. Sin embargo, el cuerpo técnico de cada equipo deberá considerar estos factores climáticos en su estrategia, desde la hidratación hasta los posibles ajustes tácticos si la lluvia hace su aparición en la capital del país.
Con el pase a la gran final en juego, cualquier detalle podría marcar la diferencia. Y el clima, como tantas veces en la historia del futbol, podría jugar un papel más relevante del esperado.
