Agustina Cosachov, psiquiatra y una de los siete profesionales de la salud acusados por la muerte de Diego Maradona, afirmó este jueves en su declaración ante el tribunal que no se arrepiente del tratamiento brindado al exfutbolista y responsabilizó a la empresa de medicina privada por las deficiencias en su internación domiciliaria.
“Actué convencida de que hacía lo mejor para el paciente”, sostuvo Cosachov en su testimonio ante los jueces de San Isidro, al norte de Buenos Aires. Fue la primera imputada en declarar en el juicio por la muerte del ídolo argentino, fallecido el 25 de noviembre de 2020.
Al ser interrogada por el fiscal Patricio Ferrari sobre si había hecho algún “mea culpa”, la psiquiatra respondió tajante: “Desde mi rol, hice lo que podía y hasta más”.
Cosachov integró el equipo médico que atendió a Maradona en sus últimos días, junto al neurocirujano Leopoldo Luque, el psicólogo Carlos Díaz, los médicos Nancy Forlini y Pedro Di Spagna, el enfermero Ricardo Almirón y Mariano Perroni, representante de la empresa a cargo del servicio de enfermería. Todos enfrentan cargos por homicidio simple con dolo eventual, figura legal que implica que los acusados sabían del riesgo de su accionar pero siguieron adelante, delito que puede acarrear hasta 25 años de prisión.
Maradona murió de un paro cardiorrespiratorio a los 60 años, mientras cumplía una internación domiciliaria tras haber sido operado por un hematoma subdural. Una junta médica interdisciplinaria determinó que hubo graves fallas en su atención durante ese período, lo que sustenta la acusación contra los imputados.
Durante su testimonio, Cosachov aseguró que la internación domiciliaria fue consensuada con la familia de Maradona y que no había condiciones legales ni médicas para una internación involuntaria. También apuntó contra la empresa Swiss Medical, señalando que detectó irregularidades y falta de comunicación con el resto del equipo médico.
“La empresa bloqueaba el contacto entre profesionales. Yo intenté mantener comunicación con todos porque el trabajo interdisciplinario es clave”, relató. Aseguró haber hecho reclamos y denunció que hubo una intención de la empresa de “desentenderse” de su responsabilidad.
Cosachov indicó que visitó a Maradona en cuatro ocasiones durante su internación. En una de ellas, el 18 de noviembre, lo notó “hinchado”, síntoma que peritos calificaron como señal de un edema agudo de pulmón, condición que finalmente causó su muerte. Según la psiquiatra, pidió una consulta clínica, pero Maradona se negó a ser examinado y al día siguiente lo notó animado.
La última vez que lo vio fue el mismo 25 de noviembre, día de su fallecimiento. Al ser consultada por su abogado si en algún momento se imaginó que Maradona podía morir, respondió: “Jamás”.
El juicio por la muerte del astro argentino continúa y se espera que finalice a mediados de este año.