Nacido en Chicago (Estados Unidos), con nacionalidad peruana, pero con sangre francesa y española, el Papa León XIV ha sido un hombre discreto en su vida, aunque, es bien sabido su afición a un deporte: el tenis, e incluso, comparte un apellido triunfador en Juegos Olímpicos.
El gusto del Papa León XIV al tenis
Hay algo poco conocido en la vida de Robert Prevost, quien, a sus 69 años, no sólo ha dedicado su vida al estudio y servicio pastoral, sino que también ha tenido un contacto cercano con el tenis, tal y como lo reveló hace un par de años en entrevista para augustinianorder.org, cuando aún era prefecto del Dicasterio para los Obispos.
"Me considero un tenista aficionado. Desde que salí de Perú he tenido pocas ocasiones de practicarlo, así que tengo muchas ganas de volver a la pista", respondió a la pregunta de cuál es su hobby preferido.
Cercano al círculo cercano de su antecesor, el Papa Francisco nunca ocultó el gusto por vestirse de corto y agarrar la raqueta cada vez que podía, "aunque mi nuevo trabajo no me ha dejado mucho tiempo libre para ello hasta ahora. Por lo que prefiero disfrutar el día relajado con amigos y conociendo a más gente".
El nombramiento del Papa León XIV coincide, curiosamente, con la disputa del Masters 1000 de Roma en el Foro Itálico, el cual está a unos 5 kilómetros de distancia del Vaticano. Incluso, el humo blanco salió durante el partido entre Fogini y Fearley.
¿Con familia ganadora de medallas olímpicas?
El Papa León XIV cuenta con raíces multiculturales. Nació en Chicago (Estados Unidos), adoptó la nacionalidad peruana, pero cuenta con sangre franco-italiana por parte de su padre, y española por su mamá; lo que ha dado la posibilidad de hablar varios idiomas: inglés, español, italiano, francés, portugués; y lee el latín y el alemán.
Y aunque no se ha confirmado, el Sumo Pontífice comparte un apellido muy recordado en el tenis, recordando que Yvonne Prevost ganó el Abierto de Francia en 1900, así como las medallas de plata, en individual y dobles, durante los Juegos Olímpicos de París que se disputaron ese año en la capital francesa.
La tenista perdió las finales en categoría individual con Charlotte Cooper por 6-1, 7-5 y en dobles mixto jugando con Harold Mahony frente Reginald Doherty y Cooper por 6-2, 6-4.
Aunado a eso, el papá de Yvonne, André Prevost, también fue otro tenista destacado, quien conquistó la presea de bronce en los Juegos Olímpicos de París 1900 en dobles masculino con Georges de la Chapelle, la cual compartieron con la dupla de Harold Mahony y Arthur Norris.