En un emocionante duelo que se resolvió en la prórroga, el Real Betis logró imponerse a la Fiorentina y sellar su pase a la gran final de la Conference League. Un golazo de falta de Antony, quien además asistió a Abde en el tanto decisivo, encarriló el triunfo verdiblanco, aunque Robin Gosens puso emoción con un doblete que igualó la eliminatoria.

Después del ajustado 2-1 en la ida, el partido de vuelta en el Stadio Artemio Franchi prometía emociones fuertes. El Betis buscaba alcanzar por primera vez una final europea, respaldado por su buen momento de forma, el apoyo de su afición, y hasta por coincidencias históricas como la elección de un nuevo Papa, igual que ocurrió hace veinte años en las semifinales de la Copa del Rey.

Más allá de las anécdotas, el equipo de Manuel Pellegrini salió sin complejos y planteó un encuentro valiente, sin encerrarse a defender la ventaja. La Fiorentina, dirigida por el recién renovado Raffaele Palladino, también fue al ataque desde el inicio, en un intercambio de golpes vibrante durante la primera media hora.

Fue entonces, en el minuto 30, cuando Antony desató la locura con un magnífico gol de falta, confirmando su papel como la gran figura del conjunto bético. Sin embargo, la alegría duró poco: Robin Gosens empató en el 34’ tras un córner mal defendido, y volvió a marcar en el 42’, igualando la eliminatoria antes del descanso.

Menos ritmo, más tensión

El segundo tiempo bajó en intensidad, algo comprensible dado lo ajustado del marcador global. El Betis intentó adelantarse de nuevo, con Abde y Antony generando peligro, aunque este último pecó en ocasiones de individualismo. Por su parte, Mandrágora manejó los hilos del equipo italiano, que también buscó con insistencia el gol de la clasificación.

Ambos conjuntos perdieron claridad en el centro del campo, y con el paso de los minutos el temor a un error decisivo fue ganando protagonismo. El duelo se tornó tenso y áspero, con varias acciones al límite antes de que el árbitro señalara el camino hacia la prórroga.

Gol histórico en la prórroga

Ya en el tiempo extra, el Betis mostró una versión más fresca y dinámica gracias a los ajustes tácticos de Pellegrini. La entrada de Aitor Ruibal fue clave, ya que de sus botas nació la jugada del gol definitivo. En el minuto 97, Antony asistió a Abde, quien marcó con gran clase para devolver la ventaja a los verdiblancos.

A partir de ahí, el equipo andaluz supo gestionar el tiempo con inteligencia y carácter, incluso rozando el tercero con un disparo de Abde al palo. A pesar de la presión final de la Fiorentina, el Betis resistió y logró un hito histórico: clasificar por primera vez a una final continental.