Decidido todo desde la ida, con el 1-4 con el que se impuso en Estocolmo, el Chelsea sólo agrandó la excesiva diferencia que le separa del Djugarden, superado de nuevo en el duelo de vuelta de las semifinales de la Liga Conferencia, con el conjunto londinense directo a la final.
El 28 de mayo, miércoles, en la ciudad polaca de Breslavia es la cita por el título. La octava final europea, sin contar las Supercopas continentales, de la historia del club inglés: ganó las tres últimas, la más reciente en la Liga de Campeones contra el Manchester City en 2021. Comparativamente, este momento es mucho menor.
Su rival será el Betis o el Fiorentina, dependiendo del desenlace de su semifinal, aún en juego. Sea quien sea, le propondrá un desafío de mucha mayor dimensión al de esta semifinal. Someterá al equipo de Enzo Maresca a una verdadera prueba de fuego, por más que ahora atraviese una racha de cinco victorias consecutivas entre todas las competiciones o sea quinto en la ‘Premier’, porque, entre su cantidad de buenos futbolistas, ha sufrido vaivenes a lo largo de todo el curso. Más imprevisible que fiable.
Pero, a la vez, probablemente no será el mismo equipo con el que ha solucionado la semifinal, tanto en la ida como en la vuelta. Por ejemplo, este jueves en Stamford Bridge sólo repitió Marc Cucurella respecto a la victoria por 3-1 del pasado domingo contra el Liverpool. No arriesgó de inicio ni a Cole Palmer ni a Madueke ni a Moisés Caicedo ni a Enzo Fernández ni a Chalobah ni a Collwill ni a Lavia ni a Pedro Neto ni a Nico Jackson.
Y a Cucurella lo cambió al descanso para dar entrada a Shumaira Mheuka. 17 años. También entró luego Antwi. También con 17 años. Y desde el principio surgió Reggie Walsh, de 16 años. Su segundo encuentro oficial con el primer equipo. Su debut como titular… Y en Stamford Bridge. Un momento para su historia, en un partido rebajado de trascendencia, no por el premio final, sino por el condicionante de la ida. Del 1-4.
El Chelsea se tomó la vuelta con relajación, rebajado a un ritmo más lento, consciente de que no era más que un trámite. En media hora contó tres ocasiones, entre ellas un remate de George despejado con el pie con Rinne, con la sensación de que el Chelsea ganaría en cuanto se lo propusiera. En cuanto aceleró, logró dos oportunidades casi seguidas.
Y, en cuanto fue más allá, marcó el 1-0. Lo anotó Dewsbury-Hall. Fichado el pasado verano del Leicester, es su cuarto gol en 29 encuentros con el Chelsea. El centrocampista se transformó en un delantero, que maniobró como tal en el área para marcar con un certero remate con la izquierda. Rebotó en el poste y se alojó en la red de la portería.
Estaba en fuera de juego, pero el Djugarden también fue capaz de probar de repente a Jorgensen, cuya parada fue magnífica. No contará en las estadísticas, porque la acción fue finalmente invalidada, pero la permisividad de esa ocasión también fue un trazo de la forma en que el Chelsea apenas se exigió contra un rival mucho más débil que él.
También sucedió el gol fallado de forma inverosímil por George, cuyo remate a pase de Jadon Sancho, solo a un metro de la línea, salió cruzado por la línea de fondo. El fuera de juego aligeró el error en el remate del atacante, también entorpecido por un defensa.
Son once victorias en doce encuentros en esta competición del conjunto londinense, que ha marcado 38 goles y que llega lanzado a la final. Quedan 20 días.
- Ficha técnica:
1 – Chelsea: Jorgensen; Gusto, Tosin Adarabioyo, Badiashile, Cucurella (Shumaira Mheuka, m. 46); Acheampong, Reece James (Chalobah, m. 70); Reggie Walsh, Dewsbury-Hall, Jadon Sancho (Antwi, m. 70); Tyrique George.
0 – Djugarden: Rinne: Kosugi, Tenho, Une (Danielson, m. 63), Bergh; Finndell (Selfven, m. 86), Stensson (Vucenovic, m. 81), Gulliksen (Atlee Manneh, m. 86); Priske, Haarala (Alemayehu Muguleta, m. 63), Nguen.
Gol: 1-0, m. 38: Dewsbury Hall.
Árbitro: Joao Pinheiro (Portugal). Amonestó con tarjeta amarilla al visitante Stensson (m. 53).
Incidencias: partido de vuelta de las semifinales de la Liga Conferencia disputado en Stamford Bridge ante unos 40.000 espectadores.