La primera gran reacción del italiano fue a los cuatro minutos, cuando tapó de manera espectacular y a puro reflejo ante el intento de Gabriel Martinelli. A los 8’ ya comenzó a ponerse el traje de figura con una estirada fantástica para negarle a Martin Odegaard lo que hubiese sido el 1-0. El noruego había probado de volea desde la puerta del área y el remate le salió bajo al palo izquierdo del arquero, que voló y salvó al PSG.
Luego de esta última acción mencionada, Donnarumma pidió ser atendido y estuvo algunos minutos en el suelo junto a los médicos de su equipo. El partido se enfrió y la constante intención de la visita de llegar a su arco se calmó. Allí fue que el conjunto parisino se soltó más en ataque y logró lastimar a los de Londres.
En el inicio de la segunda mitad sólo tuvo que intervenir con algunos puñetazos para despejar los múltiples centros que intentó el equipo visitante, pero no pasó demasiados sobresaltos. Recién a los 18' ST se encontró con la primera situación de peligro real. Bukayo Saka enganchó hacia adentro y sacó un remate con zurda desde el vértice del área y obligó al portero a volar para evitar que la pelota ingrese en su ángulo derecho.
El descuento del Arsenal llegó a falta de 15 minutos y el arquero del PSG poco tuvo que ver, ya que Saka se encontró con un rebote que lo descolocó. Luego ya quedó mal parado ante la definición del delantero del club inglés. Pocos segundos después tuvo su primer error en un centro al mismísimo Saka en el que calculó mal. Por suerte para el italiano, el atacante no pudo meterla pese a quedar con el arco vacío.
En total, Donnarumma cerró el encuentro con tres atajadas de peligro, tres despejes con los puños y más de la mitad de sus pases fueron acertados.
El italiano viene siendo decisivo a lo largo de toda la Champions y en las últimas dos llaves su figura se agigantó. Tanto Aston Villa como Arsenal sufrieron su mejor versión y sin lugar a dudas que PSG esté en su segunda final es en buena parte gracias a él. Gigi disputará uno de los partidos más importantes de su carrera nada más y nada menos que ante Inter, el eterno clásico de su querido Milan.
