El Sevilla y el Leganés firmaron un empate 2-2 en un partido cargado de nerviosismo, fallos y emociones. Un resultado que deja a ambos equipos con la permanencia en entredicho: los pepineros siguen a cuatro puntos de la salvación, mientras que los de Caparrós, con 38 unidades, todavía no pueden respirar tranquilos.

El partido comenzó de forma desfavorable para el Sevilla. Apenas en el minuto 6, Munir aprovechó una falta para abrir el marcador y aplicar la 'ley del ex'. Su disparo, aunque no fue imparable, se coló con complicidad de Nyland, que no estuvo acertado bajo los tres palos.

Suso, relegado durante gran parte del curso por García Pimienta —destituido del banquillo hispalense semanas atrás—, fue quien reanimó a su equipo. Mostró su calidad entre líneas, generó peligro y asistió desde el córner para que Kike Salas empatara de cabeza al minuto 20.

Caparrós, obligado a mirar a la cantera, recibió buenas respuestas. Juanlu e Isaac Romero protagonizaron una gran jugada colectiva que terminó con el tanto de este último al 70’, dando al Sevilla una ventaja merecida en ese momento. Antes, Lukebakio había tenido varias oportunidades, pero Dmitrovic, muy inspirado ante su antiguo club, salvó a los visitantes en más de una ocasión.

Sin embargo, el Sevilla no logra sostener ventajas. Apenas unos minutos después del 2-1, Chicco centró desde la derecha y Javi Hernández cabeceó con precisión para volver a empatar (73’). Fue la única acción de peligro real del Leganés en toda la segunda parte, pero les bastó para llevarse un punto.

El tramo final fue de infarto. Suso rozó el gol en el descuento, pero Dmitrovic volvió a lucirse. En la última jugada, un despeje largo dejó a Diomande con la portería vacía tras la mala salida de Nyland, pero el delantero del Leganés desperdició la ocasión mandando el balón fuera. Una acción que podría marcar el destino de los madrileños.