El Real Betis dio un paso importante hacia la final de la UEFA Conference League al imponerse por 2-1 a la Fiorentina en el partido de ida de las semifinales disputado en el Estadio Benito Villamarín. Sin embargo, el gol encajado en la segunda parte dejó la eliminatoria abierta y obliga a los de Manuel Pellegrini a ofrecer su mejor versión en el encuentro de vuelta, que se disputará la próxima semana en el estadio Artemio Franchi de Florencia.
El equipo verdiblanco, que atraviesa su mejor momento del curso, salió al campo decidido a marcar la diferencia desde el primer minuto. Fruto de esa actitud llegó el primer gol a los seis minutos, cuando Cédric Bakambu luchó un balón hasta la línea de fondo y sirvió un pase preciso al corazón del área que Abde, con algo de fortuna, convirtió en el 1-0. El remate del marroquí golpeó el larguero antes de botar claramente dentro de la portería, algo que el VAR se encargó de confirmar, para desatar la euforia en la grada.
Durante el resto de la primera mitad, el Betis mantuvo el control general del juego, aunque la Fiorentina no bajó los brazos y generó peligro puntual, especialmente con un cabezazo de Mandragora que se fue rozando el palo. El equipo italiano, fiel a su estilo, mantuvo una presión constante, obligando a los locales a no bajar la guardia en ningún momento.
Tras el descanso, la Fiorentina salió con más decisión y empujó al Betis hacia su área durante varios minutos. Sin embargo, el conjunto andaluz resistió con orden y encontró el momento justo para ampliar su ventaja. Fue gracias a una acción individual del brasileño Antony, quien recibió en la frontal del área y soltó un potente derechazo que se coló por la escuadra, inalcanzable para David de Gea. El 2-0 parecía encarrilar la eliminatoria para los españoles.
No obstante, la Fiorentina reaccionó con temple y personalidad. A los 72 minutos, Robin Gosens protagonizó una gran jugada por la banda izquierda y centró al área, donde Luca Ranieri apareció con decisión para marcar el 2-1 con un certero remate. El tanto silenció momentáneamente al Benito Villamarín y reavivó las esperanzas del conjunto italiano de cara al partido de vuelta.
En los minutos finales, ambos equipos buscaron el gol que les diera mayor ventaja, pero ni Betis ni Fiorentina lograron concretar sus ocasiones. El resultado final de 2-1 deja a los sevillanos con una ventaja mínima, pero también con la obligación de resistir el empuje de una Fiorentina que ha demostrado tener argumentos para competir de tú a tú.
El desenlace de esta emocionante semifinal se decidirá en Florencia, donde el Betis deberá mantener la concentración y el temple si quiere alcanzar la primera final europea de su historia reciente. La tarea no será sencilla, pero el sueño sigue más vivo que nunca.