Lamine Yamal inicia su camino con la zurda dominada. El defensor de turno retrocede. La cabellera rubia, artificial, es perseguida por una infinidad de ojos. Los que están en Montjuic y los que llegan a través de una pantalla. La sombra invita, sonríe sin rostro y se escapa.
Bienvenidos al fútbol post Lionel Messi.
Bienvenidos al mágico mundo de Lamine Yamal.
La ida de las semifinales de la UEFA Champions League entre Barcelona e Inter ofreció un espectáculo maravilloso. Fue un vibrante 3-3 en el Estadio Olímpico de Montjuic, cargado de tensión, goles y emoción. Pero si hubo un nombre que se apoderó de la noche, ese fue el del nuevo talento que cautiva al mundo.
El joven extremo de 17 años, surgido de La Masia, volvió a redondear una actuación legendaria que provocó suspiros en todo el planeta. En su partido número 100 con la camiseta del Barcelona, hizo un gol espectacular, estrelló dos tiros en el travesaño, y generó múltiples ocasiones para sus compañeros. Lleva además, en ese centenar de encuentros, 22 goles y 33 asistencias. ¿Qué es el fútbol si no es esto? Fascinación, éxtasis y sorpresa. Volvió locos a todos los que intentaron marcarlo. Fue un partido de esos que volveremos a ver mucho más adelante en el tiempo. Que se sumerge, para siempre, en el museo de las actuaciones legendarias.
"Un fenómeno que nace cada 50 años"
Inter comenzó mejor y sorprendió con un 2-0 antes de los 25 minutos. Pero el vendaval de Yamal torció la historia. El color rojo y azul de la camiseta, el paso casi al vuelo sobre la pelota. ¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¿Es Messi? No, es Yamal. Primero con una jugada individual brillante que terminó en el 1-2, luego con un despliegue ofensivo imparable que desequilibró por completo al lateral izquierdo Federico Dimarco.
Simone Inzaghi, entrenador del Inter, fue uno más de nosotros: "Es un fenómeno que aparece cada 50 años", dijo en conferencia de prensa. “Tuvimos que marcarlo con tres jugadores. En los últimos 25 minutos del primer tiempo, creó todos los problemas posibles. Nunca había visto algo así en vivo”.
Thierry Henry, campeón del mundo con Francia en 1998 y ex jugador de Barcelona, hizo sonreír a todos cuando, en el post partido de CBS Sports Golazo Network, lo felicitó por su absurda calidad de niño prodigio y le pidió la camiseta para su hijo. Por su parte, Jamie Carragher, ex talento de Liverpool, señaló que "Ver a Lamine es como ver a Messi en su 'prime'. Cuando agarra la pelota, todo el partido se para y la gente está expectante de qué va a hacer".
El gol de Yamal fue su 15° en la temporada. Pero más allá del dato, lo que impactó fue su madurez para conducir al equipo en un contexto de altísima exigencia. Según reveló el entrenador Hansi Flick, incluso había dudas sobre su presencia por molestias musculares en la entrada en calor. “Se sintió algo, pero fue revisado y recibió el OK. Y lo que hizo fue genial. En partidos grandes, Lamine muestra toda su calidad. Es un genio”, dijo el DT.
Un talento que fascina a leyendas y cracks actuales
Desde la transmisión internacional, Jamie Carragher fue categórico: "Fue como ver a Messi en su prime. Cuando agarra la pelota, todo el partido se para y la gente está expectante de qué va a hacer".
Thierry Henry, campeón de Champions con el Barça, del mundo con Francia 1998 y hoy comentarista en CBS Sports Golazo Network, no ocultó su emoción: "Es una locura pensar que tiene 17 años. Lo que hace es anormal. Siempre pensamos que nadie será mejor que los que ya vimos... y entonces aparece Lamine Yamal". Henry, incluso, le pidió la camiseta a Yamal al final del partido. ¿El motivo? "Es para mi hijo", explicó entre risas.
Desde casa, Erling Haaland publicó una captura de una jugada del joven español con una frase simple pero contundente: "Este chico es increíble".
"Creo que Lamine Yamal está en otro nivel respecto a cualquier otro jugador en las cinco principales ligas de Europa", posteó Rio Ferdinand en redes sociales. "El mejor jugador del mundo", agregó el argentino Alejandro Garnacho.
Un niño prodigio que ilusiona a todos
Con la serie aún abierta -el 3-3 deja todo por definirse en San Siro la próxima semana-, Barcelona se apoya en el talento precoz de su nueva joya. Lamine Yamal no solo fue el mejor del partido: fue el factor emocional que revirtió el ánimo tras un arranque adverso y quien encendió a los hinchas con cada toque. En una temporada que puede terminar con un triplete histórico para el club, su figura crece partido a partido.
"Es especial. Disfruta estas situaciones. Y lo mejor es que juega para nosotros", cerró Flick, que sabe que tiene en sus manos un diamante que ya brilla con luz propia.
En una noche de Champions que quedará en el recuerdo, Lamine Yamal volvió a ser color en un mundo de grises. Un nuevo Prometeo joven, perspicaz, elegante, fino, talentoso, que nos recuerda que lo mejor, en la vida, siempre está por venir.