El fútbol tiene memoria, y a veces también justicia poética. Apenas seis meses después de haber desmantelado el proyecto de Chivas, Fernando Gago fue despedido por Boca Juniors. Y como si fuera poco, en Argentina aseguran que el técnico exige no solo el finiquito completo, sino también el reembolso inmediato de los dos millones de dólares que él mismo puso para salir del Guadalajara… dinero que el club xeneize jamás le devolvió.

El “karma” le pasó factura rápido al exmediocampista, que apostó todo por dirigir a Boca y hoy se encuentra sin equipo y esperando que le paguen lo que puso de su bolsillo. Ironic twist.

Pero mientras Gago ya paga el precio de su ambición, muchos se preguntan por qué el karma aún no alcanza a Martín Anselmi. Desde Portugal, fuentes cercanas al Porto confirman que la directiva ya se dio cuenta del error que fue contratarlo… solo que hay un problema: despedirlo no es tan sencillo.

El argentino firmó contrato hasta 2027, y romper ese vínculo le costaría al club unos 6 millones de dólares, cifra difícil de asumir para una institución con finanzas actualmente golpeadas. Sin embargo, el plan ya está sobre la mesa: vender este verano a su mayor activo, el arquero Diogo Costa —pretendido por clubes grandes de Inglaterra y España— para financiar la salida anticipada de Anselmi.

El fútbol, como la vida, tarde o temprano acomoda las piezas. Habrá que ver cuánto más puede aguantar Porto… o cuánto más está dispuesto a pagar por su error.