La inesperada caída de Shedeur Sanders hasta el tercer día del Draft de la NFL ha dejado desconcertados a aficionados, analistas e incluso a algunos entrenadores y gerentes generales de la liga.
Considerado por muchos como una posible selección dentro del Top 5 general tras una destacada carrera en Colorado, Sanders ni siquiera fue uno de los primeros cinco mariscales de campo seleccionados. Su descenso hasta la quinta ronda no tuvo una explicación clara, lo que desató una ola de especulaciones sobre sus supuestas deficiencias y el posible impacto de la figura de su padre, Deion Sanders, miembro del Salón de la Fama, en las decisiones de los equipos.
A pesar de que Shedeur nunca estuvo envuelto en problemas fuera del campo, su carácter fue cuestionado por algunos medios que citaron fuentes anónimas en las semanas previas al draft. Finalmente, fue seleccionado por los Cleveland Browns con la elección número 144. Sorprendentemente, el equipo había elegido previamente a otro quarterback, Dillon Gabriel, de Oregon, en la tercera ronda con el pick número 94. Sin embargo, Cleveland decidió subir posiciones para asegurarse a Sanders justo antes de que los Philadelphia Eagles pudieran seleccionarlo.
Aunque Filadelfia ya cuenta con un mariscal franquicia en Jalen Hurts, su historial sugiere que no duda en elegir al mejor talento disponible, como ocurrió en 2020 con Hurts cuando aún tenían a Carson Wentz. No hay certeza de que apuntaran a Sanders, pero los Browns no quisieron correr el riesgo de perderlo.
“Creemos que es un prospecto sólido en una posición clave”, explicó el gerente general de los Browns, Andrew Berry. “Sentimos que su valoración era inferior a la real, y que su costo fue muy bajo en relación con su potencial. Pensamos que puede superar su posición en el draft”.
Sanders, quien jugó bajo la dirección de su padre en la universidad, respondió con madurez tras ser seleccionado.
“Nada me afectó realmente estos días. Mantuve la fe y supe que Dios me tenía cubierto”, dijo. “Estoy bendecido. Sigo amando este juego. Sé que debo mejorar algunas cosas, y por eso trabajo cada temporada baja para perfeccionarme. Esto solo fue algo externo al fútbol, pero ahora tengo una oportunidad y pronto estaremos de nuevo en el campo”.
Según reportes, al menos tres ejecutivos de equipos le dieron una calificación de primera ronda a Sanders, mientras que otro lo calificó como talento de segunda ronda. Todos esos equipos ya cuentan con quarterbacks titulares. Entrenadores como Sean Payton (Broncos) y ejecutivos como Eliot Wolf (Patriots) se mostraron sorprendidos por su caída. Mike Tomlin, de los Steelers, también elogió al jugador, aunque su equipo finalmente seleccionó a Will Howard en la sexta ronda.
Entonces, ¿qué motivó realmente esta caída tan pronunciada?
Algunos críticos apuntan a deficiencias técnicas: dicen que recibe demasiadas capturas, que su movilidad es limitada y que no posee una fuerza de brazo destacada. Sin embargo, el analista de ESPN Louis Riddick calificó esas críticas como “absurdas”.
“Esto no va de sus habilidades físicas. Es una cuestión personal. Se trata de si los equipos se sienten cómodos con quién es Shedeur y con el círculo que lo rodea”, explicó Riddick.
Shedeur, al igual que su padre, proyecta una gran confianza que algunos podrían malinterpretar como arrogancia. Además, durante su etapa colegial ganó sumas significativas gracias a acuerdos de nombre, imagen y semejanza, posiblemente más de lo que obtendrá con su contrato de novato. Su estilo llamativo y su actitud podrían no agradar a entrenadores de mentalidad más tradicional.
Sin embargo, no sería la primera vez que un jugador con un padre influyente genera controversia. En 2004, Archie Manning obligó a los Chargers a intercambiar a Eli Manning con los Giants. John Elway también se negó a jugar con los Colts en 1983.
Al final, más allá de simpatías o cuestionamientos, Sanders tendrá ahora la oportunidad de demostrar en la NFL que sus críticos estaban equivocados.
