El Manchester City, en un año lleno de altibajos y alejado del protagonismo de temporadas anteriores, se afianza en la Copa de Inglaterra, que ya tiene en la mira tras vencer al Nottingham Forest (2-0) y clasificar a una nueva final que disputará el próximo 17 de mayo contra el Crystal Palace.
En tiempos recientes, el equipo de Pep Guardiola se veía inmerso en la lucha por la Premier League, y también se preparaba para el cierre de la Liga de Campeones. Sin embargo, este año ha sido un tanto decepcionante para los sky blues, que se aferran ahora a la Copa para salvar la temporada, además de asegurar su clasificación a la próxima edición de la Champions League, que parecía en duda pero que ahora está casi garantizada.
Con los goles de Rico Lewis y Josko Gvardiol, el City selló su tercera final consecutiva de la FA Cup, y llega a ella con una racha de cinco victorias en los últimos seis partidos. Estos números reflejan la mejoría del equipo, que comenzó el encuentro con mucha determinación. El gol de Rico Lewis, un potente disparo desde fuera del área, pegado al palo derecho de la portería de Matz Sels, marcó el rumbo del partido.
El Nottingham Forest, que alguna vez fue la revelación de la temporada en la Premier League, ha perdido fuelle en los últimos meses. Aunque comenzó fuerte, el equipo de Nuno Espírito Santo ha tenido dificultades y solo ha ganado uno de sus últimos tres partidos, cayendo ante Everton y Aston Villa. A lo largo del partido, el Forest mostró poca capacidad para inquietar al City, al que ha caído en casi todos los enfrentamientos recientes. No disputaban una semifinal desde 1991, y aunque llegaron a la final en esa ocasión, esta vez no tuvieron respuesta ante un City que, pese a dominar el balón, no pudo aumentar la ventaja, sobre todo durante una hora en la que el partido ya parecía decidido.
El Forest solo mostró señales de vida en la segunda parte, con un intento de Callum Hudson-Odoi que fue respondido rápidamente por Rico Lewis y Matheus Nunes, cuyos disparos fueron detenidos por el portero Selz. Finalmente, el City sentenció el encuentro con un gol de Gvardiol, quien remató de cabeza un córner de Omar Marmoush, superando al meta del Forest y ampliando la ventaja.
El Nottingham, impulsado por el orgullo, intentó reaccionar. Gibbs-White tuvo la oportunidad de acortar distancias en el mejor momento de su equipo, y luego, en un mano a mano frente al portero Stefan Ortega, falló a puerta vacía, dejando escapar la posibilidad de meterse nuevamente en el partido.
A pesar de esos intentos, el City mantuvo la calma y amarró su clasificación a la final de la Copa, donde se medirá al Crystal Palace, con la esperanza de evitar un curso sin títulos en la era de Guardiola.
