La pasión del Papa Francisco por el futbol fue una constante durante su pontificado, y su opinión sobre los más grandes del balompié no pasó desapercibida. En 2023, el entonces líder de la Iglesia Católica generó revuelo al señalar que, entre Lionel Messi, Diego Armando Maradona y Pelé, su elección era clara: el brasileño.
“Pelé es el gran señor”, afirmó Jorge Mario Bergoglio durante una entrevista con la televisión italiana RAI. La declaración sorprendió a muchos, especialmente en su natal Argentina, donde tanto Maradona como Messi son figuras veneradas.
Francisco, quien falleció el lunes a los 88 años, justificó su elección con argumentos tanto futbolísticos como humanos. Aunque reconoció el talento de Maradona, fue crítico con su comportamiento fuera de las canchas. “Es un grande, pero como hombre falló. Resbaló con los que lo alababan y no lo ayudaban”, apuntó el Papa.
Sobre Messi, el pontífice fue elogioso, calificándolo como un “señor” y destacando su humildad. Sin embargo, aseguró que la humanidad de Pelé marcaba la diferencia: “Son los tres que más seguí, pero para mí el gran señor es el brasileño”. Incluso recordó haber tenido un breve encuentro con Pelé en un vuelo, una experiencia que lo dejó impresionado por la sencillez del astro brasileño.
Un Papa cercano al futbol
Francisco siempre dejó clara su conexión con el deporte. Hincha confeso de San Lorenzo de Almagro, era socio activo del club y solía recordar con orgullo su afición por “el Ciclón”.
Su relación con Maradona fue especialmente cercana. En 2014, el ‘10’ lo visitó en el Vaticano y le obsequió una camiseta de la Selección Argentina. “Me trata como un hermano”, dijo Diego un año después, admirando la labor del Papa al frente de la Iglesia.
Sobre Messi, también hubo una conexión importante, especialmente en la previa del Mundial de Brasil 2014, donde se reunieron en el Vaticano. El Papa, sin embargo, fue firme al rechazar los excesos en torno al futbolista rosarino. “Decir que Messi es Dios es una expresión popular, no un sacrilegio”, aclaró en su momento.
La visión futbolística de Francisco, así como su carisma, lo convirtieron en una figura distinta dentro de la historia del papado. Su legado, más allá de lo religioso, también se entrelaza con la cultura popular y el deporte más universal: el futbol.