Chivas quedó fuera del Clausura 2025, y lo hizo con un dato tan doloroso como simbólico: le faltó un solo gol para alcanzar el Play-In. Lo irónico es que el equipo cuenta con dos de los delanteros mexicanos mejor pagados de toda la Liga MX: Javier “Chicharito” Hernández y Alan Pulido, quienes no estuvieron a la altura en momentos clave.
Ambos atacantes, nacidos en México y con amplios historiales en el futbol nacional e internacional, han tenido un rendimiento muy por debajo de lo esperado, a pesar de sus abultados salarios.
El delantero tapatío, considerado uno de los fichajes estelares para esta temporada, apenas ha marcado dos goles en 28 partidos de Liga MX. Entre salario y derechos de imagen, "Chicharito" percibe cerca de 4 millones de dólares al año. A pesar de su bajo rendimiento, sigue siendo uno de los principales generadores de ventas de camisetas y mantiene un alto perfil mediático. Sin embargo, su impacto futbolístico ha sido mínimo.
Pulido, por su parte, tampoco logró marcar diferencia. Apenas disputó nueve partidos, en los que anotó dos goles. Lesiones, bajo nivel y conflictos internos con el técnico Gerardo Espinoza limitaron su presencia. Con un salario cercano a 1.8 millones de dólares, Pulido regresó del fútbol estadounidense con grandes expectativas… que finalmente no cumplió.
Ambos jugadores, sumando sueldos y bonos, representarían un gasto similar al de media plantilla titular de equipos como Pumas, donde el jugador mejor pagado gana aproximadamente 1.4 millones.
Chivas necesitaba apenas un gol más para acceder al Play-In. En cambio, quedó eliminado junto a clubes como Mazatlán, Puebla, Xolos, Querétaro, Atlas, Santos y San Luis, varios de ellos con vínculos con la cuestionada multipropiedad en el fútbol mexicano.
La figura de Hernández genera debate. Desde su regreso a México, y con el respaldo de Amaury Vergara, se esperaba que fuera el líder del vestidor. Sin embargo, diversas actitudes lo alejaron de sus compañeros. En más de una jugada, se le vio solo dentro del área sin que nadie le pasara el balón, como en una clara acción de Cade Cowell ante Puebla.
A pesar de su nulo protagonismo en la cancha, tras la eliminación ante Atlas, Chicharito publicó en redes sociales: “Los que ayudan a otros a brillar, lo han entendido todo.” Una reflexión que parece estar más enfocada en la imagen que en el rendimiento.
Chivas ahora tiene tres meses para replantear el proyecto. Amaury Vergara y su entorno directivo tienen ante sí una decisión crucial: reestructurar profundamente o aceptar que el actual modelo ha fracasado.
La gestión actual, marcada por decisiones cuestionables y apuestas fallidas, ha llevado al club más popular de México a una eliminación que duele tanto como una humillación.