San Luis Potosí.– Rodrigo Alujas es mucho más que un nombre emergente en el circuito del tenis profesional; es una historia de constancia, sacrificio y amor por el deporte. A sus 22 años, el joven tenista mexicano ha comenzado a destacar en escenarios internacionales, pero su camino no ha sido fácil.
Desde muy pequeño, Rodrigo descubrió que su lugar estaba en la cancha. “Todo empezó cuando tenía cuatro años. Yo hacía natación, pero mis papás me dijeron que probara con el tenis… lo intenté y me encantó. Me metí con todo al tenis con el sueño de ser profesional”, relata.
El sacrificio detrás del sueño
A los 14 años, tomó una decisión que marcaría su vida: mudarse a Francia para perfeccionar su técnica y dar un paso más hacia el profesionalismo. Lejos de su familia, vivió con una familia de apoyo y enfrentó no solo los desafíos deportivos, sino también la complejidad de una vida independiente en otro país. “Estaba solo. Me iba a la escuela solo, entrenaba solo, viajaba a torneos solo… fue una gran experiencia, pero también muy dura. Y económicamente, no fue nada fácil”.
Ese recorrido forjó el carácter de Rodrigo, quien hoy mira hacia atrás con gratitud y madurez.
San Luis Potosí: un nuevo hogar
Durante su participación en el Challenger de San Luis Potosí 2025, Alujas encontró no solo una cancha donde demostrar su talento, sino un lugar que lo adoptó con cariño. “¡Increíble! San Luis se ganó mi corazón. Agradezco a todo el público que estuvo conmigo, especialmente el martes en la cancha 4. Sin ellos, nada de esto habría sido posible”.
El tenista destaca que más allá de lo deportivo, fue el calor humano lo que hizo especial su paso por el torneo potosino. “No en todos los torneos tienes el cariño que sentí aquí. Fue difícil al principio manejar esa emoción, pero fue una experiencia única que no cambiaría por nada en el mundo”.
Un mensaje a las nuevas generaciones
Consciente del camino que aún tiene por recorrer, Rodrigo no olvida lo que ha vivido y busca inspirar a quienes vienen detrás. “A todos esos niños que sueñan con ser tenistas, o lo que sea en la vida: nunca tiren la toalla. Yo estuve a punto muchas veces, pero siempre tuve el apoyo de mis papás. Sigan su propio camino, no se comparen con nadie. El secreto es no rendirse”.
Rodrigo Alujas es hoy uno de los nombres que encienden la esperanza del tenis mexicano. Su historia es prueba de que los sueños se construyen día a día, con raqueta en mano y el corazón en alto.
