En Cruz Azul, cada partido parece jugarse no solo en la cancha, sino también en los pasillos del club, donde los rumores sobre el ambiente interno corren a toda velocidad. En las últimas semanas, se ha puesto en duda la estabilidad del equipo y la relación del plantel con su técnico interino, Vicente Sánchez. ¿Está roto el vestidor? ¿Los jugadores ya no confían en él? Las especulaciones no se han hecho esperar.
Pero esta vez, un protagonista decidió hablar claro y cortar con los rumores. Carlos Rodolfo Rotondi fue quien tomó la palabra y, en entrevista con Adrián Esparza Oteo para TUDN, expresó su total respaldo al entrenador uruguayo:
"Estamos a muerte con Vicente", sentenció el mediocampista argentino.
Rotondi no solo defendió a Vicente Sánchez, también desestimó por completo la idea de que un mal ambiente pueda afectar la actitud del equipo en la cancha.
"Nunca he escuchado que un equipo quiera perder porque no está cómodo con el entrenador", aseguró, dejando ver cierta molestia ante la insistencia mediática sobre supuestas tensiones internas.
Cruz Azul no es ajeno a este tipo de rumores. La historia reciente del club está marcada por una alta rotación de entrenadores, salidas inesperadas de jugadores y decisiones directivas controvertidas. Sin embargo, según Rotondi, hoy la situación es distinta.
El argentino destacó que el ambiente actual en el equipo es positivo:
"Se está viviendo un ambiente muy lindo y cómodo", afirmó, subrayando que la alegría en los festejos y la conexión con la afición reflejan un grupo comprometido.
En el futbol mexicano, los problemas internos suelen hacerse evidentes en el rendimiento y en las actitudes dentro del campo. Pero en este caso, todo indica que el equipo sigue unido y trabajando con tranquilidad bajo el mando de Sánchez.
Por ahora, Vicente Sánchez puede estar tranquilo. Cuenta con el apoyo del vestidor y, mientras los resultados sigan acompañando y el equipo mantenga la conexión con su afición, los rumores quedarán como lo que son: ruido externo.
En un club como Cruz Azul, donde las presiones y expectativas son constantes, aprender a convivir con ese ruido también forma parte del camino.