El Athletic Club continúa haciendo historia en Europa y se ha clasificado a las semifinales de la UEFA Europa League tras imponerse al Rangers en San Mamés. A pesar de dominar ampliamente el encuentro, los bilbaínos sufrieron más de lo esperado debido a su falta de eficacia frente al arco, pero terminaron imponiéndose por 2-0 en una noche mágica en “La Catedral”.
Como ya ocurrió en la serie ante la Roma, el público de San Mamés fue un factor determinante. El estadio rugió desde el primer minuto, impulsando a un Athletic decidido a imponer su juego desde el arranque. Los de Ernesto Valverde salieron con intensidad, buscando abrir el marcador temprano, pero se toparon con un Rangers bien plantado defensivamente, que apostaba por balones largos para contragolpear.
Las llegadas por las bandas fueron la principal vía ofensiva de los rojiblancos, especialmente con un inspirado Oihan Sancet, quien dispuso de dos remates peligrosos que fueron bloqueados por la zaga escocesa en el primer tiempo. El asedio continuó, pero el gol se resistía por culpa de una puntería errática.
Finalmente, al filo del descanso, Maroan Sannadi fue derribado en el área por John Souttar en una clara infracción que el árbitro no dudó en sancionar. El propio Sancet se encargó de ejecutar la pena máxima y firmar el 1-0, un tanto que daba justicia al dominio del conjunto local.
En la segunda mitad, el Athletic no bajó el ritmo y siguió buscando el gol que matara la eliminatoria. Sin embargo, el Rangers no bajó los brazos y en una de sus escasas llegadas, Nicolas Raskin estrelló un balón en el poste, generando tensión en las gradas. Esa jugada fue un aviso de que el partido seguía abierto.
Con el equipo mostrando señales de desgaste, Valverde apostó por refrescar el once y los cambios, especialmente el ingreso de Beñat Prados, aportaron estabilidad y nuevo dinamismo al mediocampo. Fue entonces, al minuto 80, cuando Óscar de Marcos apareció por derecha para enviar un centro medido al segundo poste que Nico Williams mandó al fondo de las redes, desatando la euforia en Bilbao.
Con el marcador global a su favor, el Athletic Club accede a las semifinales del torneo continental, manteniendo viva la ilusión de alcanzar una final soñada en casa, en San Mamés. Aunque el camino ha estado lleno de tensión y momentos complicados, los leones siguen rugiendo fuerte en Europa.
Ahora, solo dos partidos separan al equipo de Ernesto Valverde de una cita histórica. La esperanza sigue encendida.