La Liga Mexicana de Softbol (LMS) cerró su segunda temporada con la coronación de Diablos Rojos Femenil en la Serie de la Reina, en una campaña donde el crecimiento del nivel de competencia fue evidente. Lo que en su primer año fue un torneo emergente, en esta edición se consolidó como una liga más exigente y con talento de mayor calidad, algo que Ximena Guerrero, Elizabeth Robert y Yamelkis Guevara, piezas clave en el título de los Diablos, reconocen como un cambio “de la noche a la mañana”.
El impacto de las jugadoras extranjeras
Uno de los factores clave en el desarrollo de la LMS ha sido la inclusión de jugadoras extranjeras, especialmente de Estados Unidos, donde el softbol tiene un nivel de competencia superior.
“Aumentó demasiado, pero así, como de la noche a la mañana”, aseguró Ximena Guerrero, jardinera de Diablos Femenil. “Nosotras como mexicanas no tenemos ese tipo de nivel aquí. Nuestras pitchers fuertes en México son Yanina Treviño (Sultanes) y Yeraldine Carrión (Charros), pero es difícil mantenerse al nivel porque nos vemos en torneos nacionales una o dos veces al año”.
El impacto de lanzadoras como Megan Faraimo, ganadora de la Triple Corona de pitcheo, y Payton Gotshall (Sultanes Femenil) ha obligado a las bateadoras a elevar su nivel y exigirse al máximo.
“En la liga ahora, llegas y te tiran una recta de 72 mph y dices: ‘¡A la…!’ Y tienes que ajustar rápido, entrar en ritmo rapidísimo porque te enfrentas con ellas dos días, viajas y te enfrentas con otra (rival) que no te tira 72 mph, pero te tira menos o te tira más”, detalló Guerrero.
Más equipos, más talento
La expansión de la LMS de seis a ocho equipos también ha sido un factor determinante en el crecimiento del torneo. Con más franquicias en competencia, se abrió la puerta a nuevas jugadoras mexicanas, permitiéndoles dar el salto al profesionalismo.
“La creación de la liga fue muy buena porque se dieron a conocer muchos talentos escondidos”, comentó Yamelkis Guevara, líder de juegos salvados en temporada regular. “En México hay muchos talentos que nadie conocía, y con esta liga todas se dan a conocer y todas te conocen. Al saber que eres la campeona y con Diablos Rojos, es un aval más para tu biografía”.
Una liga con futuro prometedor
Con la posible expansión de ocho a diez equipos para 2026, la LMS sigue en camino a convertirse en una referencia del softbol en Latinoamérica. Para jugadoras como Elizabeth Robert, una de las primeras bicampeonas en la historia de la liga, la experiencia ha sido invaluable.
“Para mí fue una experiencia súper agradable”, afirmó. “Megan (Faraimo) es una persona increíble en lo personal, y es una gran atleta. La admiro mucho. A nosotras como jugadoras cubanas nos ayuda mucho que se hayan incluido esas atletas como Megan, Payton (Gotshall), etcétera, nos ayudan mucho a subir el nivel”.
Algunas jugadoras volverán a sus países de origen, otras seguirán su camino en ligas internacionales como las de Cuba, Italia y Japón, pero el crecimiento de la LMS ya ha dejado huella en el softbol profesional.
“El año que viene va a haber más nivel”, sentenció Robert, anticipando una tercera temporada aún más competitiva.