En Da Luz, mes y medio después de uno de los partidos más emocionantes y vibrantes de la fase de grupos de la Liga de Campeones, Benfica y FC Barcelona se enfrentaban nuevamente. Esta vez, con menos margen de error, ya que se trataba del inicio de una eliminatoria a doble partido. Así comenzaba la fase decisiva de los octavos de final para los de Hansi Flick, con esta difícil visita a Lisboa.

Al igual que en el encuentro previo, los primeros minutos fueron muy intensos. En los primeros compases, Wojciech Szczesny evitó el primer gol de los locales, realizando una gran intervención ante Akturkoglu, ya que los azulgranas comenzaban algo desorientados, como ocurrió ante el Atlético de Madrid. Poco a poco, sin embargo, los de Hansi Flick se hicieron con el control del partido y tuvieron una doble oportunidad, con Lamine Yamal y Robert Lewandowski, que Trubin logró salvar.

La primera mitad estuvo marcada por la expulsión de Pau Cubarsí en el minuto 22, quien cometió una falta sobre Pavlidis cuando este encaraba al portero polaco. Los visitantes reclamaron una falta previa de Pavlidis sobre Frenkie De Jong, pero el árbitro no lo consideró. El partido dio un giro: Dani Olmo tuvo que retirarse y entrar Ronald Araújo, dejando a los azulgranas con uno menos. A pesar de la inferioridad numérica, los catalanes lograron resistir hasta el descanso, e incluso Raphinha estuvo cerca de adelantar a su equipo en un largo descuento.

Raphinha vuelve a decidir

En la segunda mitad, el FC Barcelona comenzó con energía, pero la pelota duraba menos en sus pies. El cansancio comenzó a hacer efecto, y los lusos generaron peligro por la banda izquierda con las subidas de Álvaro Carreras, quien asistió a Pavlidis en una gran ocasión. Hansi Flick reaccionó, sustituyendo a Lamine Yamal por Ferran Torres para reforzar el equipo.

El Barça sufría en ese momento, pero ocasionalmente amenazaba a su rival, guiado por un brillante Pedri. El canario estuvo sobresaliente tanto en la conducción como en la presión, y fue una de sus presiones lo que provocó un error en la salida de balón de los lisboetas. Raphinha aprovechó el error y, en el minuto 61, anotó un golazo que adelantaba a los catalanes contra todo pronóstico. Este tanto dio una nueva energía a los fatigados jugadores visitantes, quienes, con media hora por delante, pudieron afianzarse aún más en defensa y mantener la posesión.

Con los cambios realizados, los culés tuvieron un susto por un penalti cometido por Tek, que fue anulado por fuera de juego previo. Tal como se esperaba, el FC Barcelona pasó los minutos finales defendiendo el resultado. Finalmente, los azulgranas lograron mantener su ventaja en Da Luz, no solo con un importante golpe en el marcador de la eliminatoria, sino también en lo moral. En seis días, Montjuïc decidirá el destino de ambos equipos.