La espera terminó. Adrian Newey, el ingeniero más exitoso en la historia de la Fórmula 1, ya trabaja junto a Fernando Alonso en Aston Martin. Tras cumplir su periodo de ‘gardening’ tras su salida de Red Bull, el británico se incorpora al equipo de Silverstone como asesor y pieza clave en su evolución. Su llegada coincide con el final de los test de pretemporada en Baréin, donde el equipo británico dejó más dudas que certezas, aunque Alonso logró rescatar sensaciones positivas en la última jornada.
Con 12 títulos de constructores, 223 victorias y 14 campeonatos de pilotos con figuras como Nigel Mansell, Alain Prost, Damon Hill, Jacques Villeneuve, Mika Häkkinen, Sebastian Vettel y Max Verstappen, Newey es considerado un maestro del diseño de monoplazas. Ahora, se suma al ambicioso proyecto de Aston Martin, que busca consolidarse como un equipo de élite en la Fórmula 1.
Newey no es la única pieza clave en esta nueva etapa. Andy Cowell, exarquitecto del éxito de Mercedes en la era híbrida, también forma parte del equipo, mientras que Enzo Cardile, actualmente en Ferrari, se unirá en cuanto termine su periodo de inactividad obligatoria. La apuesta de Aston Martin es clara: construir un equipo con los mejores talentos para dar un salto de calidad en la parrilla.
El británico, que en el pasado tuvo a Alonso como rival, ahora trabajará junto a él para llevar al equipo al siguiente nivel. La presentación del AMR25 marcó el inicio de este proceso, dejando claro que la ambición del equipo es máxima.
La llegada de Newey genera dudas sobre el enfoque del equipo. 2025 será el último año de la actual reglamentación, por lo que los cambios en el rendimiento de los equipos serán mínimos. Alonso ha señalado que no espera mejoras significativas hasta después de las primeras cuatro carreras.
Sin embargo, 2026 representa una oportunidad única. Con un reglamento completamente nuevo y Aston Martin convirtiéndose en equipo oficial de Honda, la presencia de Newey podría ser determinante. Su capacidad para explotar cambios reglamentarios ha sido clave en el éxito de equipos como Red Bull, McLaren y Williams, por lo que la gran incógnita es si intentará mejorar el AMR25 o enfocará todos los recursos en el desarrollo del auto para 2026.
“Le mostraremos las herramientas para diseñar el coche y nos pondremos manos a la obra. Crearemos el de 2026 y también mejoraremos el de 2025”, explicó Andy Cowell.
Pedro de la Rosa, embajador del equipo, destacó el avance en infraestructura que permitirá a Newey desarrollar su trabajo:
“Confiamos mucho en las nuevas herramientas. El túnel de viento, el simulador y la fábrica marcarán la diferencia”.
El primer objetivo de Newey será integrarse con el equipo, conocer a los ingenieros y pilotos, y comenzar a generar ideas que marquen la evolución de Aston Martin.
“El primer objetivo es hablar con los pilotos, intercambiar ideas y poner en marcha ese flujo creativo”, comentó el británico en un podcast de la BBC.
Aston Martin no solo busca mejorar su rendimiento inmediato, sino construir un equipo sólido para competir en la nueva era de la F1. A partir de 2026, dejarán de ser clientes y pasarán a ser equipo oficial de Honda, lo que les permitirá desarrollar su propia transmisión y suspensión.
“Es un paso adelante enorme. Tenemos una lista de tareas desafiantes por completar”, concluyó Cowell.
La nueva era de Aston Martin ha comenzado, y con Newey a bordo, el equipo británico apunta a convertirse en un verdadero contendiente en la Fórmula 1.