El Villarreal dio un paso de gigante en Vallecas rumbo a los puestos que dan acceso a la Liga de Campeones al doblegar con un tanto de Ayoze a un Rayo Vallecano que pagó cara la expulsión de Jorge de Frutos al borde del descanso y que encadena su segunda derrota consecutiva (1-0).
El duelo de opositores al posible billete extra para la ‘Champions’ se saldó del lado del ‘submarino amarillo’, que, sin brillantez, jugó con más aplomo y supo aprovechar la superioridad numérica para llevarse los tres puntos ante un Rayo que también se vio penalizado por la lesión de su capitán, Isi Palazón, al poco de empezar el encuentro.
El Villarreal abre una brecha de nueve puntos respecto a los de Vallecas, encadena seis partidos invicto y se pone a rebufo del Athletic en la pugna por la cuarta plaza.
Los amarillos salieron más entonados al campo con un once en el que Marcelino introdujo retoques para entregar el timón al exrayista Santi Comesaña, junto a Pape Gueye, en lugar de Dani Parejo. También metió a Foyth en el lateral derecho para acomodar a Kambwala en el centro de la defensa con el fin de dar más consistencia a la retaguardia.
El esquema incomodó al Rayo, que no logró carburar de inicio a pesar de tener al estadio repleto empujando a su favor.
Yeremy Pino dio un primer aviso, despejado a córner por Pathé Ciss, y el segundo tuvo aún más veneno, con un pase de tiralíneas de Comesaña que el francés Barry, otra novedad en el once, remató con cierta inocencia a pesar de tener todo a su favor.
El Rayo se encontró otra adversidad al perder a Isi en el minuto 13 por una torcedura de tobillo al golpear un pie de Pino. Sin su referencia en la medular, el conjunto franjirrojo no encontró el rumbo ni supo conectar con Nteka en la punta.
El Villarreal, en cambio, volvió a llamar a la puerta de Batalla con un remate en plancha de Ayoze servido de nuevo magistralmente por Cardona que lamió el palo ante el susto del estadio vallecano.
Los de Iñigo Pérez apenas intranquilizaron a Diego Conde más allá de un tiro de Álvaro García que se marchó por encima del larguero.
Hasta el descanso, el partido pareció sumergirse en una fase anodina, pero a falta de cinco minutos se sobresaltó para disgusto del Rayo cuando el árbitro expulsó con roja directa a Jorge de Frutos al revisar el VAR y observar que había dejado los tacos a Cardona después de robarle el balón.
Con diez, el Rayo salió enrabietado y hasta pudo adelantarse por medio de Álvaro García, primero tras un error de Pape Gueye y minutos después, en una incursión de Ratiu.
Con las cartas a su favor, el Villarreal se mostró indolente y parco en ambición y sus remates apenas generaron peligro a Batalla, bien protegido por su defensa.
Marcelino movió el banquillo y oxigenó el medio del campo con Parejo y Pépé en la banda para tratar de reactivar al equipo. Al poco, encontró fruto en un córner botado con Álex Baena que cabeceó Ayoze tras un fallo en la marca de Pedro Díaz.
El undédimo gol del máximo artillero de los amarillos no hizo sucumbir al Rayo, pero con poco atino para encontrar vías con las que amenazar la meta visitante.
Con un apagado Nteka, Iñigo Pérez buscó revulsivos e hizo debutar en la Liga a Etienne Eto’ó, el hijo del mítico jugador camerunés.
A la desesperada, el Rayo apretó al Villarreal y Gumbau tuvo la opción del empate, pero Diego Conde lo impidió para amarrar los tres puntos que hacen soñar a los amarillos con la Liga de Campeones.