Con motivo de la sesión de este fin de semana, tendríamos en escena a una de las potencias por excelencia de una Premier League que siempre garantiza espectáculo. Así las cosas, era el turno de un Arsenal que hará lo que se encuentre en su mano con el firme propósito de recortar distancias con un Liverpool que se está dejando puntos por el camino. Y eso que los reds habían impuesto un verdadero ritmo de crucero.
Por lo que respecta a la entidad londinense, partirá con la vitola de clara favorita en su enfrentamiento directo -a doble partido- con el PSV Eindhoven. Todo ello en un cruce correspondiente a los octavos de final de la Champions, si bien es cierto que conviene matizar que el plantel neerlandés ha accedido a dicha fase del torneo tras noquear a la Juventus de Turín. No obstante, era el turno ahora de una nueva batalla de la Premier.
Por tanto, los pupilos dirigidos por Mikel Arteta se habían enfundado el mono de trabajo para imponer su ley en el derbi a costa del West Ham United. Un conjunto visitante que, de la mano de Graham Potter, se ha ido distanciando de los puestos que condenan con el descenso de categoría. Es más, en las postrimerías del acto inicial, tomaría la delantera merced al zarpazo de Jarrod Bowen. Los gunners se quedarían con 10 por la expulsión de Myles Lewis-Skelly, así que los Hammers impondrían su ley en el Emirates Stadium.