Roberto Carlos formó parte del grupo de jugadores que, en el Real Madrid, se conoció como Los Galácticos al principio de la década del 2000.
Entre ellos estaban Zinedine Zidane, David Beckham, Luis Figo y Ronaldo, quienes controlaban el vestidor y a los técnicos en turno.
El brasileño está considerado uno de los mejores defensas a nivel mundial al destacar en su posición como lateral izquierdo. Como seleccionado de Brasil, fue campeón en el Mundial de Corea-Japón 2002.
Primero la cerveza y el vino
"Teníamos la costumbre de llegar a la concentración, dejar las maletas y, antes de la cena, tomar nuestra cerveza y nuestro vino. Encima de la mesa siempre había dos botellas de vino. Ronaldo y yo le dijimos: 'Profesor (Vanderlei Luxemburgo), la gente acá tiene sus costumbres, lo vas a ver, pero intenta no cambiarlas. No quites las botellas de vino de la mesa ni la cerveza antes de la cena porque, si no, vamos a tener problemas'. ¿Qué hizo? Quitó primero las cervezas y luego las botellas de vino. Duró tres meses".
¡Dejen dormir!
"(Vicente del Bosque) era más un amigo. El jugador sabe lo que tiene que hacer y él nos entendía perfectamente. Los entrenamientos de los lunes y, a veces, los de los martes eran a las 17:00 horas. No los ponía a las 11:00 horas porque casi nadie llegaba. (José Antonio) Camacho aguantó 10 días. Llegó al vestuario, saludó a todo el mundo, muy serio, y dijo: 'Quiero a todo el mundo mañana a las 7:00 horas'. Normalmente entrenábamos a las 10:30 horas. Hablamos con él para intentar cambiar el horario. Nosotros teníamos nuestras costumbres".
Aviones para todos
Aquel Real Madrid estaba sometido a una enorme exigencia entre partidos de Liga, Copa del Rey y Champions League, por lo cual los jugadores pedían esquina para descansar.
"Acababa cada partido y era todo avión privado. Nos encontrábamos en la terminal privada de Barajas. Era (David) Beckham, que iba no sé a dónde; Figo, Zidane, que iba a tal lugar; Ronaldo, yo... y teníamos que entrenar pasado mañana. Yo rezaba para que los partidos fuesen los sábados para poder ir a la Fórmula Uno los domingos. Eran vuelos privados para todos lados. Una locura".
Figo, una pesadilla
De 1996 a 2000, Roberto Carlos padeció el enfrentamiento contra Luis Figo en su etapa con el Barcelona, ya que el portugués era imparable.
"El extremo que más odiaba enfrentar era Luis Figo. Cuando fichó con el Real Madrid, di gracias a Dios, pues significaba que ya no tendría que jugar contra él nunca más. Figo era incluso mejor en los entrenamientos que en los partidos. ¡Era fantástico! Un crack que podía hacer cualquier cosa con la pelota. ¡Un fenómeno!", confesó el lateral zurdo brasileño.
'El hermano que no tuve'
El jugador brasileño con el que Roberto Carlos mejor se entendió dentro y fuera de la cancha fue Ronaldo Luis Nazario de Lima, ya que ambos cultivaron una gran amistad a nivel de Selección y en el Real Madrid.
"Ronaldo no es mi amigo, es el hermano que nunca tuve. Siempre lo traté con gran cariño, cuidado y respeto. Hemos sido los mejores amigos desde que teníamos 17 años. Dormí con Ronnie en la misma habitación -en camas separadas, claro- ¡más veces que con mi esposa en toda mi vida!", confesó Roberto Carlos.