Después de regalarse la clasificación automática tras una aceptable primera fase de la Liga Europa, en la que acabó tercero, el Manchester United se enfrenta en los octavos de final a un duro rival como la Real Sociedad, con el objetivo de redimirse en la segunda competición de la UEFA de su desastrosa campaña liguera.

Su técnico, Ruben Amorim, no ha logrado frenar el declive que acusa desde hace ya varios años el United, que esta temporada marcha decimoquinto en la Premier inglesa con solo 29 puntos tras 25 partidos, de los que ha ganado ocho, empatado cinco y perdido 12.

La falta de recursos y contundencia en las áreas queda asimismo reflejada en los pobres 28 goles que llevan anotados los 'red devils', frente a los 35 encajados.

En Europa, por contra, el Manchester United ha mostrado una mejor cara. Terminó tercero a un punto del Lazio y del Athletic de Bilbao, tras cosechar cinco victorias y tres empates en los ocho partidos de la fase liguera de la Liga Europa, y nueve puestos por delante de la Real Sociedad.

Ambos conjuntos ya se enfrentaron en este mismo torneo, en su versión anterior, en la temporada 2022-23, cuando los donostiarras ganaron 1-0 en Old Trafford y el United les devolvió el mismo resultado después en Anoeta gracias a la puntería de Alejandro Garnacho.

La plaga de lesiones que ha asolado al conjunto mancuniano esta temporada empieza a remitir, y se espera que ya este mismo fin de semana, en su visita a Goodison Park para enfrentarse al Everton, pueda recuperar a Leny Yoro, Manuel Ugarte y Christian Eriksen.

Sin embargo, ante el duelo contra la Real Sociedad seguirá contando con las bajas de Amad Diallo y Lisandro Martínez, fuera para el resto de la temporada, y tampoco llegará el joven Kobbie Mainoo, ni parece probable que Luke Shaw y Mason Mount estén listos para la cita europea.

Al ser preguntado hoy en rueda de prensa por el emparejamiento con el equipo vasco, Amorim admitió que su principal preocupación ahora es el presente, más que el camino que le queda por recorrer para volver a levantar el trofeo de la Europa League, ganado por el United en 2017.

"Yo quiero ganar todo, quiero que eso quede muy, muy claro. Creo que estamos en una situación difícil en la Premier, tenemos muchos problemas que resolver en cada partido", expuso el entrenador portugués.

"Si ves nuestros partidos, si me centro en los encuentros ante la Real Sociedad y pienso en trofeos, esa no es la manera adecuada de hacer mi trabajo. Así que solo me centro en ganar al Everton", declaró Amorim, en referencia a su próximo rival en la liga inglesa.

El choque contra la Real llegará precedido por el ruido de sables que acompaña en las últimas semanas a los 'diablos rojos' y a su entrenador portugués, sobre quien cada vez se ciernen más dudas, con Jim Ratcliffe, el multimillonario dueño del club, muy decepcionado con la marcha del equipo.