Uno de los pilares más importantes del boxeo mexicano, Ignacio ‘Nacho’ Beristáin, se prepara para tocar la campana del retiro. A sus 85 años, el legendario entrenador, quien ha forjado a 29 campeones mundiales, considera que es momento de cerrar su ciclo en el pugilismo, aunque antes podría establecer un Récord Guinness.
En una charla desde su icónico Gimnasio Romanza, en la Ciudad de México, Beristáin compartió las razones por las que ha comenzado a planear su despedida.
"Estoy a punto del retiro. El 31 de julio cumplo 86 años y ya estoy un poquito cansado. El último vuelo largo que hice fue a Japón y ya no me gusta volar mucho tiempo", expresó el legendario entrenador.
Un legado de campeones y excelencia
Nacido en Actopan, Veracruz, en 1939, Beristáin encontró en el boxeo su destino. Aunque tuvo una breve carrera como pugilista, su verdadera grandeza la alcanzó como entrenador, desarrollando una metodología única que llevó a sus pupilos a la élite mundial.
"Nuestra idea siempre ha sido preparar a los boxeadores para recibir menos golpes. Es un deporte difícil, hasta cruel, pero nuestra obligación es hacerlos mejores", explicó sobre su filosofía de entrenamiento.
El nombre Romanza, su gimnasio, es un homenaje a dos de sus grandes pupilos: Gilberto Román y Daniel Zaragoza, quienes marcaron época en el boxeo mundial.
Campeones forjados por Nacho Beristáin
A lo largo de su carrera, Beristáin ha trabajado con 29 campeones mundiales, entre ellos:
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Julio César Chávez
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Juan Manuel Márquez
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Ricardo ‘Finito’ López
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Humberto ‘Chiquita’ González
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Óscar de la Hoya
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Jorge ‘Travieso’ Arce
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Jhonny González
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Rafael Márquez
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Rey Vargas
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Yessica ‘Kika’ Chávez, entre otros.
Además, fue pieza clave en el boxeo olímpico mexicano, destacando en los Juegos Olímpicos de México 1968, donde el boxeo nacional consiguió cuatro medallas (dos de oro y dos de bronce).
Rumbo a un Récord Guinness
Beristáin no solo ha dejado huella en los cuadriláteros, sino que podría entrar en la historia con un Récord Guinness por haber entrenado a más campeones del mundo que han sido entronizados en el Salón de la Fama del Boxeo Internacional. En 2006, él mismo fue inducido a este prestigioso recinto.
"Han pasado muchos entrenadores por aquí, pero pocos terminan siendo verdaderos formadores. Se necesita paciencia, disciplina y compromiso para guiar a un peleador hasta la cima", comentó sobre el difícil arte de entrenar boxeadores.
El retiro se acerca, pero el legado perdurará
A pesar de estar cada vez más cerca de despedirse de los cuadriláteros, Nacho Beristáin sigue fiel a su rutina diaria. Se levanta a las 5:00 a. m., llega al Gimnasio Romanza a las 7:00 a. m., se mantiene activo y continúa puliendo a nuevos talentos.
"Me levanto temprano, sigo con mi caminadora porque la cardióloga ya no me deja trotar, y sigo ayudando a los muchachos, pero ya estoy cansado. Pronto tocaré la campana del retiro", sentenció.
Nacho Beristáin es sinónimo de disciplina, excelencia y éxito, un hombre que cambió la historia del boxeo mexicano y que, sin duda, será recordado como uno de los más grandes entrenadores de todos los tiempos.