El Manchester United firmó su enésimo pinchazo en la Premier League desde la llegada al banquillo de Rúben Amorim, incapaz de levantar a un equipo que cedió frente al Crystal Palace (0-2) con un doblete de Jean Philippe Mateta en una tarde complicada para Lisandro Martínez, lesionado de gravedad en una rodilla al final del encuentro.
Amorim tiene mucho trabajo por delante para intentar relanzar un proyecto complicado. El Manchester United vivió una jornada aciaga con otra derrota que le aleja definitivamente de Europa (podría acabar a once puntos de distancia si gana el Chelsea) y con la perdida de un hombre clave para el técnico portugués: Lisandro Martínez.
Y eso que Amorim llegó a la cita ante el Crystal Palace con las primeras decisiones relacionadas con los despachos bajo el brazo. Apareció por Old Trafford con un equipo diseñado por y para Erik ten Hag y tuvo que hacerse a los jugadores tenía en su plantilla. Por lo menos, 71 días después de sustituir al neerlandés, por fin dejó su sello en forma de fichajes y bajas.
Para recibir al Crystal Palace ya no estaba en la plantilla Marcus Rasford, el mejor jugador del United la pasada temporada y a un paso de firmar su cesión al Aston Villa de Unai Enery. Amorim se quitó de encima a un jugador que, a su juicio, no aportaba absolutamente nada. De hecho, le sentenció con una frase demoledora hace una semana: "Si pudiera, convocaría antes al entrenador de porteros".
Fuera Rashford, el United no se detuvo en el capítulo de salidas y firmó al lateral zurdo del Lecce Patrick Dorgu por 30 millones y al central de 18 años del Arsenal Ayden Heaven. La llegada del primero, se oficializó apenas un par de horas antes del inicio del choque; la del segundo, el día anterior. Por supuesto, no entraron en la convocatoria.
Por tanto, Amorim, necesitado de puntos para salir de la zona intrascendente de la clasificación, no pudo contar con sus dos primeros fichajes. Saltó al terreno de juego con los jugadores con los que llegó al United hace poco más de dos meses e hizo una apuesta controvertida: colocó a Kobbie Mainoo, un mediocentro defensivo, de falso nueve. En el banquillo dejó a delanteros teóricamente más certeros como Rasmus Hojlund o Joshua Zirkzee.
Su decisión afectó notablemente a United en los metros finales. Desperdició varios acercamientos que no encontraron rematador. Alejandro Garnacho protagonizó alguno de ellos por el costado izquierdo y llegó a desesperarse ante la ausencia de un nueve con intuición para rematar sus balones.
Aún así, Mainoo dispuso de la ocasión más clara del United en la primera parte con un disparo mordido desde dentro del área que golpeó en el palo de la portería defendida por Dean Henderson. Fue la opción más clara, casi la única, de un equipo gris, sin ideas y en ocasiones a merced del Crystal Palace.
La realidad, es que los hombres dirigidos por Oliver Glasner fueron mejores, por lo menos en el primer acto. Con un fútbol más vertical y con mucha más velocidad, probaron a André Onana en varias ocasiones. El guardameta camerunés intervino ante un remate desde fuera del área de Maxence Delacroix y en un mano a mano ante Jean Philippe Mateta. Y se salvó por centímetros a dos cabezazos de Daniel Muñoz y de Ismaila Sarr.
El descanso impulsó al United, que salió de los vestuarios más enchufado durante diez minutos en los que Bruno Fernandes y Manuel Ugarte rozaron el gol. En ambos casos, lo evitó Dean Henderson con dos paradas sensacionales que precedieron al frenazo y a la caída del United porque el Crystal Palace respondió con el primer tanto del partido.
Llegó a falta de media hora para el final, con otra muestra de endeblez defensiva. Leny Yoro descuidó su marca en un lanzamiento de falta, Delacroix remató de cabeza al larguero y Mateta machacó en el rechace para subir el 0-1 al marcador y silenciar a Old Trafford.
Amorim reaccionó dando entrada a los dos atacantes que tal vez tendrían que haber jugador desde el inicio: Zirkzee y Hojlund. Por delante, tenían veinte minutos para intentar evitar otro tropiezo, el que sería el noveno en trece partidos de la Premier League (dos empates y siete derrotas).
La tarde se complicó para el United con la lesión de Lisandro Martínez, que clavó su rodilla derecha en el césped persiguiendo a Eberechi Eze. Salió en camilla y llorando cuando apenas quedaban ocho minutos para el final.
El United, afectado por el tanto de Mateta, por la aparente grave lesión de uno de sus mejores hombres y por la ausencia de capacidad para reaccionar ante un buen Crystal Palace, que además se permitió el lujo de dar la puntilla a su rival sobre la bocina con el segundo tanto de Mateta.
El delantero francés hurgó en la herida y el United, una vez más, y son demasiadas desde la llegada de Amorim, se pegó un batacazo que merma por completo sus lejanas esperanzas de jugar la próxima temporada en Europa.
-- Ficha técnica:
0.- Manchester United: Onana; Mazraoui (Zirkzee, min. 70), Yoro, Maguire, Lisandro Martínez (De Ligt, min. 82), Dalot; Ugarte (Eriksen, min. 87), Bruno Fernandes; Diallo, Mainoo (Hojlund, min. 70) y Garnacho
2.- Crystal Palace: Henderson; Daniel Muñoz, Richards, Lacroix, Guehi, Mitchell; Hughes (Wharton, min. 89), Lerma; Sarr (Devenny, min. 97), Kamada (Eze, min. 61) y Mateta.
Goles: 0-1, min. 64: Mateta; 0-2, min. 89: Mateta.
Árbitro: John Brooks. Mostró cartulina amarilla a Maguire (min. 49), Bruno Fernandes (min. 65) y Ugarte (min. 74) por parte del Manchester United y a Hughes (min. 72) por parte del Crystal Palace.
Incidencias: partido correspondiente a la vigésimo cuarta jornada de la Premier League disputado en el estadio de Old Trafford ante cerca de 65.000 espectadores. Se homenajeó a las víctimas del accidente aéreo de Múnich del 6 de febrero de 1958 en el que fallecieron 23 personas, entre ellas ocho futbolistas, un directivo y dos miembros del cuerpo técnico del Manchester United.