Andrea Kimi Antonelli, el joven piloto italiano de 18 años que debutará como titular de Mercedes en la temporada 2025 de Fórmula 1, vivió una situación curiosa: obtuvo primero su autorización para conducir un monoplaza de F1 que una licencia para manejar un automóvil de calle.
Aunque ya había debutado en prácticas de F1, como en los Grandes Premios de Italia y México, Antonelli apenas obtuvo su carnet de conducir tras aprobar el examen correspondiente. Esto se debe a que, para manejar en la F1, solo se requiere la Superlicencia, que se obtiene cumpliendo ciertos puntos, sin necesidad de una licencia de conducción regular.
Antes del examen, Antonelli tuvo que aprender a conducir un auto con transmisión manual. Su padre, Marco, fue su maestro y lo entrenó en una Fiat Scudo de nueve plazas del equipo AKM Motorsport, obligándolo a dominar el uso del embrague y los cambios manuales en las calles de Bolonia.
Según Motorsport Italia, Marco diseñó un plan para garantizar que Andrea aprobara en su primer intento. Aunque el piloto cometió un par de errores, como dificultades al subir una cuesta con un Volkswagen Golf durante la prueba práctica, logró superar el examen.
Debido a su apretado calendario en F1 y Fórmula 2, Andrea no había podido obtener su licencia hasta ahora, tras cumplir los 18 años en agosto pasado. Finalmente, presentó el examen en San Marino, aprobando con solo un fallo en la teoría y otro en la práctica.
Con su licencia en mano, Antonelli no dudó en compartir su logro en redes sociales. Ahora, además de ser piloto profesional en la máxima categoría del automovilismo, puede conducir un auto en la calle. Una historia irónica que deja claro que, en F1, manejar un monoplaza no es lo mismo que aprender a usar un embrague.
