El duelo de comodines entre los Minnesota Vikings y los Los Angeles Rams comenzó con mucha intensidad, y los Rams demostraron su dominio desde el primer minuto, en su primera serie ofensiva, los Rams se pusieron al frente rápidamente, cuando Matthew Stafford conectó un pase preciso a Kyren Williams en un cuarto y uno, y así lograron su primer touchdown. Los Vikings no tardaron en responder, pero la presión defensiva de los Rams fue implacable, obligándolos a despejar en varias ocasiones.

Minnesota no encontraba la forma de detener la ofensiva de Los Angeles, que amplió su ventaja en el primer cuarto con un gol de campo de 34 yardas de Joshua Karty, dejando el marcador 10-0, sin embargo, la defensa de los Rams fue la verdadera protagonista, y a principios del segundo cuarto, Sam Darnold sufrió una intercepción por parte de Durant, lo que permitió a Los Angeles recuperar la posesión. Más tarde, un fumble de Darnold permitió a Jared Verse anotar un "scoop and score" que puso el marcador 17-3, ampliando aún más la diferencia.

Minnesota, sin embargo, no se rindió y a pesar de la adversidad, los Vikings buscaron una reacción, y con una jugada de 13 yardas, Darnold encontró a T.J. Hockenson para el primer touchdown de los Vikings en el partido. Pero la conversión de dos puntos fue fallida, y el equipo de Minnesota no pudo recortar suficientemente la ventaja.

Los Rams respondieron de inmediato, y un touchdown más antes del descanso, con Stafford pasando a Allen para 13 yardas, dejó el marcador en 24-3 a favor de Los Angeles al finalizar la primera mitad.

La segunda mitad no trajo muchas sorpresas, y aunque Minnesota luchó por reducir la diferencia, su ofensiva fue incapaz de poner en aprietos a la defensa de los Rams.

A los 5:05 del tercer cuarto, los Rams ampliaron aún más la ventaja con un gol de campo de Karty. Los Vikings se resistían a rendirse y, a pesar de estar claramente atrás en el marcador, seguían intentándolo con jugadas en serie. Sin embargo, el tiempo y las decisiones tácticas en contra de ellos, como una conversión fallida en cuarta y 11, significaron el fin de sus esperanzas de una remontada.

Ya en el cuarto final, Minnesota tenía una última oportunidad de recortar distancias, pero con el reloj en contra y sin tiempos fuera, se les acabaron las opciones.

Con los Rams dominando por 27-9 y sin que los Vikings pudieran hacer mucho en el último minuto, el partido llegó a su conclusión. Los Rams se llevan la victoria y avanzan a la ronda divisional, donde se enfrentarán a un reto aún mayor, pero con una moral alta tras esta sólida victoria.