El empate sin goles ante el Génova de este domingo provocó el enfado mayúsculo de la afición del Milan, enfurecida por el triste juego de su equipo en un día tan especial como el de la celebración del 125 aniversario del club y cansada de ver cómo en el vestuario del luso Paulo Fonseca reina el caos.
Todo el clima de fiesta que vivió el Estadio Giuseppe Meazza (San Siro) en las horas previas al partido tornó en una nueva desilusión colectiva al término de un triste empate a cero. Las leyendas que acudieron a la celebración del 125 aniversario del club, los Rijkaard, 'Pippo' Inzaghi, Baresi, Van Basten o Gullit, fueron los únicos en recibir una ovación gigante de una afición cada vez más hastiada.
Porque justo antes del choque el ambiente se convirtió en hostil para la directiva milanista. La pancarta gigante que rezaba "rendimos homenaje a nuestras leyendas, símbolos de un Milan que no existe más" señaló al palco, en el que el estadounidense Gerry Crdinale, dueño del fondo de inversión RedBird Capital propietario del club, ni siquiera estuvo presente en un día tan señalado.
Los jugadores de campo tuvieron la oportunidad de corresponder al ánimo festivo previo en un partido tan especial con una victoria balsámica. Enfundados en una camiseta homenaje a la de los años 80, sin nombre, clásica, fueron incapaces de hacer daño a un Génova que pelea por escapar del descenso tras la llegada del francés Patrick Vieira al banquillo.
Solo el español Álvaro Morata, con un disparo al larguero en la segunda mitad, rozó el tanto 'rossonero' que nunca llegó.
Motivo por el cual, las críticas dejaron por un momento de señalar a la directiva, incluido al sueco Zlatan Ibrahimovic, y se centraron en un equipo que navega a la deriva en Serie A, octavo en la tabla a 14 puntos del liderato y a 5 de puestos europeos. El objetivo, a estas altura de la temporada, es el de entrar en el top-4 para jugar 'Champions'.
Al final del choque, ya fuera de San Siro, la afición se reunió y volvió a criticar la gestión del club con otra pancarta gigante: "Dirigentes incapaces, club sin ambición. No estáis a la altura de nuestra historia", atizaron los 'tifosi'.
Es por el momento una temporada nefasta en la que, además, los problemas dentro del vestuario son constantes. Ya Fonseca calentó el ambiente tras el partido de Liga de Campeones ante el Estrella Roja, con una declaraciones incendiarias.
"Trabajo cada día para dar lo mejor de mí, otros en el equipo no. Si es necesario traer a los chicos de las categorías inferiores, lo haré", amenazó.
Uno de los señalados fue, claramente, Theo Hernández, que ya estuvo envuelto en alguna otra polémica con el técnico a principio de temporada por su falta de compromiso.
El galo no jugó ni un minuto en un partido tan especial y el técnico apostó por le español Alejandro Jiménez, canterano del Real Madrid pero ya propiedad del Milan.
Jugó también de inicio el canterano Mattia Liberali; y de suplente su compatriota Francesco Camarda, que junto a Jiménez pertenecen al grupo de los jóvenes más cuidados del club.
El Milan, que hace apenas 2 años, en 2022, levantó el 'Scudetto'; y que en 2023 disputó las semifinales de la 'Champions', atraviesa uno de los peores momentos de su historia reciente. La afición esta harta, el vestuario dividido y la directiva, por el momento, no da señales de vida.