Efraín Juárez, técnico del Atlético Nacional, protagonizó un nuevo escándalo en el futbol colombiano tras ser detenido por la Policía al finalizar el clásico contra Independiente Medellín. A pesar de que su equipo avanzó a la Final de la Copa Colombia con un global de 2-1, las acciones de Juárez desataron caos en el Estadio Atanasio Girardot.

Al término del partido, Juárez corrió hacia el centro del campo haciendo gestos hacia las tribunas, lo que provocó la furia de aficionados del Medellín. La situación escaló cuando seguidores locales intentaron agredir al entrenador y a varios jugadores de Nacional, quienes tuvieron que refugiarse en el túnel. Videos captados por aficionados mostraron bengalas y altercados entre hinchas, lo que llevó a las autoridades a intervenir.

En conferencia de prensa, Juárez aseguró que sus gestos iban dirigidos al palco de directivos de Nacional, pero ofreció disculpas si alguien se sintió ofendido. "Nunca fue mi intención provocar. Estaba hablando con la gente de mi palco. Si los hinchas del DIM lo tomaron mal, pido una disculpa", declaró. Sin embargo, videos y testimonios contradicen esta versión, ya que señalan que los gestos fueron dirigidos al público rival.

Posteriormente, agentes de la Policía y personal de la Personería de Medellín ingresaron a la sala de prensa para llevar a Juárez a rendir cuentas. Aunque se habló de la posibilidad de arrestarlo, el técnico fue trasladado para atender una querella ciudadana. Entre las posibles sanciones, se menciona una multa económica y trabajo social en Medellín.

Este episodio se suma a una serie de polémicas protagonizadas por Juárez desde su llegada al futbol colombiano, incluyendo incidentes en partidos anteriores. Su conducta vuelve a poner en el foco la violencia en los estadios y la falta de control en situaciones de alta tensión.