La FIA ha cerrado el caso que investigaba a Red Bull desde el Gran Premio de Estados Unidos, donde se le acusaba de usar un sistema ilegal en la "bandeja T" del RB20 para cambiar la altura de sus monoplazas. Tras una visita sorpresa a la fábrica de Milton Keynes, la Federación Internacional de Automovilismo no encontró ninguna irregularidad, dejando a Red Bull libre de sanciones.
¿De qué se acusaba a Red Bull? La polémica surgió cuando varios equipos señalaron a la escudería de usar un mecanismo oculto en el RB20, que permitía modificar la altura del auto mediante un ajuste remoto activado por un mecánico antes de la carrera. Según la acusación, esta pieza volvía a su posición original antes de ser revisada en el Parque Cerrado, un área donde ya no es permitido realizar cambios en los monoplazas.
Aunque la teoría parecía difícil de probar, la FIA decidió investigar y, en los Grandes Premios de México y Brasil, colocó cintas de verificación en los autos para asegurar que no hubiera alteraciones. Tras un mes de recopilación de datos y la inspección directa de los dispositivos, la FIA concluyó que no existía ninguna infracción.
Con la confirmación de la FIA, tanto Checo Pérez como Max Verstappen pueden continuar su temporada sin ninguna penalización en sus resultados, poniendo fin a la controversia.