El Aspudden es un modesto club de las afueras de Estocolmo que vio crecer al poderoso y talentoso delantero sueco del Sporting de Portugal Viktor Gyokeres, cuya cláusula de rescisión de 100 millones de euros puede convertirse en un auténtico regalo para los cientos de niños que juegan en las diferentes categorías de esta asociación.
El club, que nació en 2001 con 400 miembros entre jugadores y cuerpo técnico y un presupuesto de 70.000 euros, posee el 1% de los derechos de traspaso de Gyokeres, aunque, de momento, tan sólo han recibido una pequeña cantidad, alrededor de un millón de coronas suecas, algo menos de 90.000 euros.
En 2003, Viktor Gyokeres fue uno de los niños que con 5 años formó parte del equipo Boys-98 (los nacidos en 1998). Sin adivinar lo que depararía el futuro, el entrenador era el propio padre de Gyokeres, Stefan, que jugaba en el sénior del Aspudden, explica en una entrevista con la Agencia EFE Hanna Bergander, directiva y jefa de prensa del Aspudden.
Incluso, la madre de Gyokeres se incorporó años más tarde al Boys98 para las labores de preparadora física.
La propia hermana del delantero del Sporting también jugó al fútbol en la sección femenina del club, junto con la que es hoy la portera de la selección absoluta de Suecia, Tove Enblom
A día de hoy, el club ha crecido hasta los 1.400 futbolistas, femenino y masculino, con 280 técnicos y, lo más importante que une a todos, “los jóvenes están muy orgullosos de jugar en el club de Viktor Gyokeres, les anima saber que pueden convertirse en grandes estrellas”, explica Hanna.
Aunque son un club muy modesto de las afueras de Estocolmo, el Aspudden se ha convertido en uno de los focos mediáticos de Suecia con mayor presencia de periodistas, sobre todo extranjeros.
“Tenemos muchos periodistas” de todo el mundo, insisten a EFE desde el club, que fue el “primer hogar del niño Viktor”.
Hanna Bergander recuerda que Gyokeres era un niño “muy discreto” fuera del campo, pero sobre el terreno de juego sólo tenía un pensamiento, “ganar”. Si perdía, se frustraba, por lo que “estaba muy centrado en el fútbol y estaba en el campo del Aspudden todo el tiempo practicando y jugando al fútbol”.
El jugador creció como futbolista durante 13 años en el club hasta el verano de 2014, momento en el que fichó por la escuela de fútbol más prestigiosa de Suecia, la del conjunto del Brommapojkarna (BP).
Al verano siguiente, con 17 años, debuta con el primer equipo al final del campeonato liguero, cuando luchaban por mantener la categoría de la segunda división, aunque, finalmente, descienden.
En los años 2016 y 2017, Gyokeres se consagra y se convierte en el protagonista de dos ascensos consecutivos de categoría y, además, empezaba a brillar con la selección de Suecia.
Gyokeres se convirtió con Suecia en el máximo goleador de la Eurocopa Sub-19 disputada en 2017. Y meses después, en enero 2018, el Brighton inglés le paga un millón de euros al BP.
En Inglaterra su vida futbolística no fue fácil, no llega a debutar nunca en La Premier y el club lo cedió al St. Pauli (Alemania) y al Swansea, hasta que el Coventry apuesta por él y lo ficha en julio de 2021. Allí crece como goleador y en 2023 le llueven las ofertas.
Una de las claves del futuro de Viktor Gyokeres pasa por su agente, compatriota del jugador y que en los últimos años se ha convertido en representante de importantes figuras del fútbol europeo, ya que su agencia es la responsable de jugadores como el madridista Rudiger, el holandés del FC Barcelona Frenkie de Jong, Zhegrova (Lille) o Denis Zakaria (Mónaco).
El empresario del delantero aseguró recientemente en la prensa portuguesa que rechazó 8 ofertas de clubes ingleses por Gyokeres para que jugara en el Sporting de Portugal, debido, sobre todo, a que el entrenador era Rúben Amorim, que “fue la clave” para que el nórdico recalara en Alvalade.
De esta manera, en los últimos días, tras el fichaje de Amorim por el Manchester United, ha cobrado mucha fuerza la hipótesis de que la próxima temporada Gyokers pueda ser vendido a los diablos rojos.
Tras una década de la marcha de Gyokeres, el club de su barrio de Estocolmo no ha vuelto a tener contacto directo con el jugador.
“No, no tenemos ningún contacto. Sin embargo, algunos de nuestros hijos lo vieron jugar con la selección nacional, tras el partido (noviembre de 2023 contra Estonia) y les regaló su camiseta (que ahora tenemos en el club) y se quedó a charlar con ellos. Nos encantaría que visitara el club y nuestros equipos, si fuera posible”, reconoce Hanna.
En este sentido, avanzan que todo el club, con su presidente Björn Thuresson a la cabeza, están valorando “diferentes ideas” para rendir homenaje a Gyokeres, pero, de momento, está todo en el aire, ya que no tienen “ningún contacto” con el futbolista.
De momento, el legado más importante que ha dejado Gyokeres es la misteriosa celebración de la máscara, que ahora imitan todos los niños de Suecia y, por supuesto, los del Aspudden.
Otra de las herencias que ha dejado, el 1% de sus derechos. De momentos de entre todos los traspasos, sólo han cobrado un millón de coronas (86.000 €) suecas, aseguran.
“Vamos a recibir más dinero, pero no sabemos cuándo”, explican desde el club, ya que sólo por el traspaso del Coventry al Sporting (20 millones más otros 4 en variables) tendrían que haber recibido ya en torno a 240.000 euros.
Una cosa tienen clara, todo el dinero pendiente de recibir y el que les pueda llegar en un futuro “se invertirá en los niños” del Aspudden. Ayudarán a todos los niños y niñas para que el coste de jugar no les sea tan caro.
“Para nosotros es muy importante que el dinero regrese a los niños”, concluye Hanna.