Durante la llegada de la selección mexicana a Puebla para su amistoso contra el Valencia, solo Guillermo Ochoa se tomó un momento para acercarse a los seguidores que esperaban ansiosos en el hotel de concentración.

A pesar de que decenas de fanáticos llegaron temprano con la esperanza de ver a sus ídolos, la seguridad del hotel les impidió acercarse, obligándolos a observar a los jugadores desde lejos. En medio de esta situación, Ochoa destacó por su gesto, acercándose a firmar autógrafos y saludar a los presentes.

El acto del guardameta fue recibido con ovaciones, ya que fue el único integrante del Tri que atendió a los aficionados. Esta interacción ocurre en un contexto de distanciamiento entre el equipo y la afición debido a los recientes malos resultados, lo que ha generado una baja expectativa de asistencia para el partido.

Cabe mencionar que solo los huéspedes del hotel donde se hospedó el equipo tuvieron la oportunidad de estar cerca de algunos jugadores a su llegada.