"No tuve ninguna oferta"; "No tuve ningún llamado"; "No sé de dónde sale"... y otra vez: "No habló gente conmigo, ni con mi entorno" "Nadie se comunicó" "No sé por qué se instaló este rumor" "No tengo nada"... Todas esas fueron palabras de Fernando Gago desmintiendo cualquier vinculación con Boca Juniors y un posible adiós anticipado con Chivas, lo cual me hizo recordar las historias que podrían entrelazarse: La de Pinocho y la de Sócrates.
Y en ambas, no sale muy bien parado el técnico argentino, pero no se debe preocupar, que al final, podría reivindicarse ante medios de dos países que aseguran lo que él rechaza.
Gago y el cuento de Pinocho
Toda persona de este lado del mundo ha tenido desde niño una educación en que la mentira está catalogada como una construcción negativa. Algo a evitar. Con consecuencias para quien las dice y a quienes atribuye en ella. Ejemplo de ello es Pinocho, el famoso cuento, con la aún más famosa película, en lo que el hada azul le recuerda las consecuencias de una mentira a nuestro encantador Pinocchio:
"Las mentiras, hijo mío, se reconocen en seguida porque suelen ser de dos clases: hay mentiras que tienen las piernas cortas, y mentiras que tienen la nariz larga. La tuya, por lo que veo, es de las que tienen la nariz larga
Historia de una marioneta, 1881
En el cuento de Carlo Collodi, no solo hay mentiras que hacen crecer la nariz, como dice el hada, hay mentiras que acortan las piernas, pero bueno, esa idea era más difícil de llevar en una película de Disney.
En la narrativa llamada Gago y Chivas hay uno o varios Pinochos. Es decir, hay alguien o algunos que nos han mentido. Recordando que la mentira es una afirmación que hace una persona siendo consciente de que dicha aseveración es falsa. Y en esta trama de Liga MX serán los periodistas de dos países los mentirosos, o el entrenador de Club Guadalajara.
La respuesta la encontraremos, porque lo malo de una mentira, es que una vez dicha, se tienen que seguir alimentando con más falsedades originadas de ella, hasta que se termina por derrumbar. Llámese en próximos días o al final del torneo, como ya sucedió en el Caso Paunovic, quien aseguró que no se iría del proyecto, lo dijo varias veces, también el club, y al final salió la verdad: su salida del club meses después.
Pese a las juntas que tuvo Gago en la semana con su directiva, que duraron horas, y en la que salió sin querer dar palabras, justo el día en que "sonó" desde Argentina y México que había dado el ok a Boca y a Riquelme, ahora niega contactos. Pero, digamos que eso no tiene nada raro, se vale estar del otro lado: Que Gago tiene razón. Tendríamos que irnos contra los medios, y con ello recordar una linda fábula del filósofo Sócrates (que se puede consultar con libre acceso, y que aquí les comparto, copiado tal cual).
Chivas, Gago y recordando Los tres filtros de Sócrates
Cuenta la historia que llegó apurado uno de los discípulos de Sócrates, con el fin de contarle que se había encontrado con uno de los amigos del filósofo, y este le había hablado mal sobre él. Al escuchar atentamente, Sócrates le interrumpió, le dijo que su mensaje debía pasar por tres filtros necesarios, y que, de no superarlos, lo que tenía que decirle no era algo digno de ser escuchado.
"Entonces Sócrates cuestionó a su discípulo: "¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es verdad?". El discípulo luego de meditar un momento llegó a la conclusión de que en realidad no estaba seguro. "¿Entonces no sabes si todo es cierto o no?", respondió el filósofo. El discípulo admitió que no. Luego formuló una segunda interrogante: "¿Lo que vas a decirme es malo?". El discípulo respondió con total seguridad de que se trataba de algo malo pues podría causarle malestar y aflicción a su maestro. Entonces Sócrates dijo: "Entiendo, vas a decirme algo malo, pero no estás totalmente seguro de que sea cierto". El discípulo confirmó que así era. Entonces formuló la tercera y última pregunta: "¿Me va a servir de algo lo que tienes que decirme?". El discípulo se quedó pensando, pero al final contestó que en realidad saberlo no resultaría de utilidad para Sócrates.
Triple filtro de Sócrates
Sócrates respondió: "Si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno e incluso no es útil, ¿para qué querría saberlo?".
Los tres filtros de la fábula, con cada pregunta de Sócrates, son la verdad, la bondad y la utilidad.
Habría que cuestionarse si entonces ese rumor tuvo filtros antes de que periodistas de ambas naciones sacaran el altavos para dar la misma información Y preguntarse cómo es que ese mismo "rumor" pudo llegar a tantas voces diferentes.
Y entonces, es incuestionable que estamos ante una mentira. Ya sabremos de qué lado, si la de medios de dos países, o Gago. En el futbol no pasa como en las leyes, que decir una mentira tenga consecuencias hasta penales; sin embargo, las consecuencias son más de índole moral: atentando contra la confianza. Solo que si es en el caso de Gago, no solo sería mentir, sino romper un compromiso con la afición rojiblanca, y ellos saben que una promesa incumplida es un daño a la confianza.
Pero no te preocupes Gago, descubriremos al Pinocho.
