José María Giménez apareció en los momentos finales para darle al Atlético de Madrid una victoria crucial por 2-1 frente al Leipzig, en su debut en la Liga de Campeones. Con un cabezazo certero tras un centro perfecto de Antoine Griezmann, el defensa uruguayo selló un triunfo de orgullo en un partido complicado.

El Atlético comenzó descolocado y errático en el terreno de juego. Con Ángel Correa en el once inicial en lugar de Samuel Lino, el equipo rojiblanco mostró poca precisión y energía. Julián Álvarez, titular como delantero centro, tuvo un desempeño discreto y fue sustituido en la segunda mitad por Sorloth.

El Leipzig sorprendió temprano, aprovechando un error de Rodrigo de Paul a los 4 minutos. El esloveno Benjamín Sesko recorrió casi todo el campo antes de asistir a Openda, quien, tras un rebote en Oblak, convirtió el 1-0. Este golpe inicial desconcertó a los dirigidos por Diego Simeone, mientras que Leipzig se mostró sólido en defensa y peligroso en ataque.

Con el paso de los minutos, el Atlético comenzó a encontrar su ritmo. Antoine Griezmann empató el partido en el minuto 28 con un remate desde el área tras un centro de Marcos Llorente. A partir de ahí, el equipo español tomó el control del balón, pero el Leipzig no renunció a la victoria y mantuvo su plan de juego organizado.

Simeone movió el banquillo buscando la victoria. El Atlético presionaba, pero fue en el último minuto cuando Giménez, tras un pase de Griezmann, selló la remontada con un cabezazo que desató la euforia en el Metropolitano. Con esta victoria, el Atlético suma tres puntos valiosos en su objetivo de trascender en la Champions, una competición que sigue siendo una obsesión para el club y su afición.