En el Lastras, la ilusión cementera se apoderó de las gradas. Playeras, gorras y hasta peluches de saco de cemento de podían ver desde las inmediaciones hasta dentro del estadio. Como cada año, se apodera la esperanza de verlos hacer algo grande otra vez como en 2021. Rotondi es la estrella, Mier el escudo, Piovi el motor y la afición el corazón de este Cruz Azul de Anselmi.
El Lastras se pintó de Azul, pudo más la parcialidad visitante que disfrutó de este encuentro en cada rincón del estadio. La hora hacía pensar que no habría lleno, pero poco a poco se hicieron presentes y gritaron con todo el gol de Rivero. Incluso, se escuchaba el abucheo cuando la tocaba el cuadro potosino.
Y no se me confundan, claro que la gente ama al San Luis, pero el poderío del Azul levanta el animo, el equipo juega bien y hay que dejarse llevar cuando es requerido. Mucha doble camiseta, sí, pero es algo 'normal' entre una afición que esperó mucho tiempo para tener un equipo competitivo. Atlético y Cruz Azul dieron espectáculo y no queda más que sentarse y disfrutar.
