A pesar de haber ganado en Monza, Ferrari no está seguro de que su última actualización del suelo haya resuelto por completo los problemas de rebote a alta velocidad que ha enfrentado durante la temporada 2024 de Fórmula 1.

El equipo italiano introdujo una nueva especificación de suelo en la ronda de junio en Barcelona, lo que provocó rebotes en curvas rápidas, obligándolos a regresar a una versión anterior y aplicar correcciones temporales que afectaron su rendimiento en la clasificación.

En Monza, Ferrari estrenó otra mejora en el suelo, la cual parecía funcionar bien, permitiendo que Charles Leclerc ejecutara una estrategia de una sola parada para superar a McLaren y lograr una emotiva victoria. Sin embargo, el jefe del equipo, Fred Vasseur, fue cauto al señalar que Monza tiene una configuración única, por lo que es difícil medir el impacto real de la actualización.

"La verdadera prueba llegará en circuitos con curvas largas y de alta carga aerodinámica", explicó Vasseur. Los próximos eventos, como los urbanos de Bakú y Singapur, no cuentan con esas características, por lo que la evaluación definitiva se espera en el Gran Premio de EE.UU. en Austin, a mediados de octubre.

Carlos Sainz, quien terminó cuarto en Monza, coincidió en que se necesitan más pruebas en pistas "normales" para evaluar el nuevo suelo. "Austin será la verdadera prueba. Los próximos circuitos, como Bakú y Singapur, son muy particulares, con curvas de baja velocidad", añadió Sainz.

Por su parte, Leclerc también fue cauteloso, reconociendo que, aunque las mejoras han acercado a Ferrari a McLaren, probablemente no sean suficientes para competir de manera constante con McLaren y Red Bull en otros circuitos. "Hemos dado pasos adelante, pero necesitamos más para ser el coche a vencer el resto de la temporada", concluyó.