El legendario boxeador Julio César Chávez se sinceró durante la presentación de su reality show, "Los Chávez", sobre los momentos difíciles que vivió tras la detención de su hijo Junior en Los Ángeles a principios de 2024. Chávez explicó que en ese tiempo estaba atravesando una crisis familiar, especialmente después de la detención de Junior por posesión de un arma fantasma, un dispositivo sin registro ni número de serie.

La situación se agravó tanto que sus otros hijos, Omar, Christian y Nicole, dejaron de comunicarse con él y le instaron a viajar a Estados Unidos para estar con Junior.

El reality show, aunque llegó en un momento complicado, resultó ser una herramienta para la reconciliación familiar y para ofrecer el apoyo necesario a Chávez Carrasco.

Chávez confesó que el reality se presentó cuando la familia enfrentaba una crisis profunda, y que las tensiones habían alcanzado un punto crítico. “Fue un periodo muy estresante. Nicole, Christian y Omar no me hablaban, y me rogaban casi llorando que fuera por Julio, que temían por su vida”, relató.

El ex campeón mundial, quien cuenta con 107 victorias en su carrera profesional, admitió que la situación le llevó a temer lo peor: “Llegué a pensar que recibiría una llamada informándome que mi hijo había fallecido. Era una preocupación constante por su salud”.

Al ir a Los Ángeles para apoyar a su hijo, Chávez se encontró con un Junior en un estado tan deteriorado que no lo reconoció. Este encuentro fue doloroso pero también motivador para seguir adelante con el proyecto del reality.

“Cuando lo vi en ese estado, moviendo la cabeza de un lado a otro sin reconocerme, no pude evitar llorar. Me dolió profundamente no poder ayudar a mis hijos. Había hablado con mi esposa y decidimos seguir adelante con el proyecto”, concluyó Chávez sobre su experiencia, que será transmitida en Disney+.