La selección rusa, excluida de las competiciones internacionales por la guerra en Ucrania, ha viajado 6.700 kilómetros para disputar el jueves un partido amistoso en Hanói contra Vietnam.
"¿El partido más caluroso de mi carrera? No. No el más caluroso, sino el más húmedo. En ningún lugar existe la humedad que hay aquí", confesó Valeri Karpin, el seleccionador ruso, en declaraciones a la prensa.
Según los periodistas rusos desplazados al partido, que se disputará en el estadio My Dinh, que tiene capacidad para 42.000 espectadores, la humedad en la capital vietnamita es del 76 %.
La selección eslava, que no disputa partidos oficiales desde noviembre de 2021, también se enfrentará en el mismo escenario el sábado a Tailandia.
"¿Ustedes creen que alguien en la Unión de Fútbol de Rusia o en el equipo técnico estaba deseando viajar a Vietnam?", aseguró Karpin hace unos días.
El seleccionador reconoció que, aunque vietnamitas y tailandeses sean futbolistas modestos, había variantes aún peores y mencionó a Sri Lanka o Bután.
Con todo, insistió ante la prensa que siempre es mejor jugar ante un rival débil que no disputar partidos amistosos.
Debido a la falta de rivales, Rusia ha tenido que jugar en los últimos tres años contra selecciones como Irak, Kirguistán, Kenia, Uzbekistán o Cuba.
Después de unos partidos decepcionantes con empates ante Kenia y Catar, y derrota ante la selección olímpica egipcia, el seleccionado eslavo derrotó en los últimos meses a Serbia y Bielorrusa por idéntico resultado, cuatro goles a cero.
Mientras continúe la guerra en Ucrania, Rusia, que ya se perdió la Copa del Mundo de Catar y la Eurocopa de Alemania, tiene muy escasas opciones de participar en la fase de clasificación para el Mundial de 2026.
Con todo, Karpin, de 55 años y seleccionador ruso desde 2021, renovó recientemente su contrato hasta julio de 2028