La Juventus de Thiago Motta volvió a demostrar su poderío este lunes al aplastar 0-3 al Hellas Verona, logrando su segunda goleada de la temporada. El equipo dominó el encuentro de principio a fin, mostrando una eficacia ofensiva y una solidez defensiva que confirman lo que muchos ya sospechaban: esta Juve está hecha para competir por el 'Scudetto'.
A pesar de la ausencia de figuras como Chiesa y Kostic, la nueva 'Juve' funcionó a la perfección gracias a un brillante Cambiaso, un sorprendente Mbangula, un fino Yildiz y un Vlahovic en plena forma. Con dos partidos jugados, el equipo cuenta con seis goles a favor y ninguna anotación en contra, liderando en solitario la Serie A. Y aún faltan por integrarse Nico González, Francisco Conceição, y el esperado Teun Koopmeiners, lo que sugiere un mercado de fichajes casi perfecto.
El Hellas Verona, aunque no es un rival de gran renombre, venía de una victoria contundente 3-0 contra el Nápoles de Conte. Sin embargo, la sensación que deja esta Juventus es la de un equipo peligroso, bien trabajado defensivamente y con mecanismos ofensivos que crean espacios y superioridades.
Desde el inicio en el estadio Marc'Antonio Bentegodi, el dominio juventino fue claro. Cambiaso, que comenzó como lateral derecho, cedió su puesto al debutante Savona y se movió libremente entre líneas y el centro del campo, demostrando ser un jugador total bajo la dirección de Motta.
La resistencia del Verona duró apenas media hora, hasta que Vlahovic, quien la semana anterior no logró marcar a pesar de múltiples intentos, aprovechó su primera oportunidad clara. Recibió un pase de Yildiz tras un robo de Locatelli y, rodeado por tres jugadores del Verona, colocó el primer gol con su zurda.
El impulso del partido llevó a la Juventus a aumentar la presión, y justo antes del descanso, el debutante Savona anotó el segundo gol al rematar un centro de Mbangula.
En la segunda mitad, lejos de relajarse, la Juventus siguió presionando. Mbangula fue derribado por Tchatchoua, y Vlahovic no perdonó desde el punto de penalti en el minuto 53, sellando el 0-3 definitivo.
La Juventus superó sin problemas su primer desafío fuera de Turín, con la confianza de un equipo que se siente superior no solo individualmente, sino también colectivamente, respaldado por un esquema táctico que, tras solo dos jornadas de Serie A, ya mete miedo en Italia.