Ha quedado en una anécdota, pero pudo ser dramático. La montonera que se formó en las calles de Toronto a falta de apenas 13 vueltas para finalizar la carrera de la IndyCar asusta. Y más después de ver todas las tomas de televisión y de contabilizar hasta seis coches implicados.
El accidente múltiple se produjo en la vuelta 72 del Gran Premio de Toronto, la última carrera urbana de la temporada americana y tuvo como primer protagonista a Pato O'Ward. El mexicano de McLaren -tercero en el campeonato- rodaba entonces en sexta posición, justo delante del español Álex Palou.
O'Ward perdió el coche en la curva 1 e impactó contra el muro a poca velocidad. Pero el problema fue que quedó en una zona que interfería parcialmente en la trazada... y aún quedaban muchos coches por llegar a ese punto, en un punto bastante ciego.
Algunos, como Palou, Newgarden, Malukas lo pudieron salvar, pero Marcus Ericsson fue el primero en golpear al McLaren. Lundgaard, Veekay, Grosjean y Rahal, que venían detrás del sueco, también lo libraron, pero después llegó el armageddon.
Porque primero Rosenqvist golpeó el alerón delantero de O'Ward, después Santino Ferrucci, que venía como un disparo, directamente despegó por encima del cockpit del mexicano -llevándose un buen golpe contra la parte superior del muro y la valla- y finalmente Nolan Siegel fue el último en impactar contra su compañero de equipo. Este último golpe desplazó al McLaren que lo inició todo varios metros hacia delante.
Inicialmente parecía que Santino Ferrucci, que acabó boca abajo, podría ser el peor parado, pero en cuanto los equipos de asistencia devolvieron el coche a su posición natural, el americano pudo abandonar el monoplaza por sus propios medios. Ni que decir tiene que la bandera roja interrumpió la carrera casi de inmediato.
La onboard de O'Ward... da miedo
Cuando parecía que lo más espectacular del impacto fue el vuelo del AJ Foyt, aparecieron las imágenes de las cámaras de a bordo del McLaren de O'Ward revelaron otro aspecto de la dureza de los impactos que recibió.
Hasta cuatro violentos golpes se perciben claramente a través de los micrófonos, algunos sobre el alerón, otros directamente en el monocasco... e incluso en el aeroscreen, la protección para la cabeza de los pilotos (una variante del halo de los F1), que tuvo que entrar en acción para librar a O'Ward de un daño mucho mayor.
O'Ward se queja
Una vez salvado el suceso, llegaba la hora de analizar lo sucedido con algo más de calma... y eso es lo que hizo el implicado en la acción, Patricio O'Ward. El mexicano escribió un mensaje en redes sociales en el que, además de mostrar apenas un rasguño en una de sus piernas, lanzaba una crítica a los comisarios de la pista canadiense.
"Agradecido por el aeroscreen o, de lo contrario, no estaría escribiendo esto ahora mismo. Lo siento por mi equipo y por todos los implicados sin culpa alguna. En cuanto al incidente... ¿quizás la próxima vez al menos pongan una amarilla local cuando un coche esté en el punto más peligroso posible @IndyCar ? Es sólo una idea", escribió el mexicano, visiblemente molesto con la situación.
