El Aston Villa de Unai Emery acaricia la Champions League 2024-25. El empate ante el Liverpool (3-3) los deja a únicamente un punto de una competición que no pisan desde que se llama así (sí jugaron la Copa de Europa por última vez en 1983, tras ser campeones). Remontaron un 1-3 ante un 'Pool' sin opciones de Premier pero que vendió cara su piel. Durán fue el héroe en los minutos finales. Los 'villanos' y el Arsenal estarán muy pendientes mañana del Tottenham - City: si los 'Spurs' no ganan, el Villa será equipo de Liga de Campeones de forma matemática.
El primer tiempo fue una locura y la primera jugada ya estuvo a la altura de lo que vendría a continuación. El 'Dibu' protagonizaba una cantada insólita ante un centro desde el costado y se metía la pelota en su propia portería. El 0-1 para el 'Pool' llegaba de forma muy barata.
El Villa, noqueado, no se había presentado al partido aún y cedía cuotas de posesión superiores al 80%. Pero Watkins se inventó una jugada al espacio, una cabalgada contra todos... y un pase atrás. A placer Tielemans fusilaba a Alisson y empataba el encuentro. El ritmo no bajaba pero sí el control del juego. Los 'villanos' mejoraban y los 'reds' cedían. Pero la Premier está 'loca' y Gakpo anotaba el 1-2 tras un buen pase de Joe Gomez, que entró al área rival al límite del fuera de juego.
Quedaba mucho, mucho aún. Incomprensiblemente Diego Carlos falló un gol cantado cuando, casi sobre la línea, solamente tenía que empujar a puerta vacía. El ex Sevilla perdonó a pase de Bailey. El jamaicano y Diaby brillaban... pero perdonaban demasiado. Antes del descanso, Salah metió el miedo en el cuerpo a los de Birmingham fallando a bocajarro... pero era 'off-side'. Era un duelo a tumba abierta. Sin frenos.
La segunda parte no defraudó. Mantuvo el nivel en el manicomio de Villa Park. A los tres minutos, Quansah marcaba el 1-3 con un imperial salto. Su primer gol en Premier. Parecía encarrilado... pero el 'Pool' tendría que sufrir. Y de qué forma. Primero, un gol anulado por fuera de juego a Watkins; después, un error en salida de Alisson que casi penaliza el ariete inglés. Al mismo tiempo, el Liverpool tenía el 1-4... pero de nuevo el VAR aparecía para anular un gol.
Klopp quiso 'matar' el partido y anestesiar a su rival con un cuadrúple cambio. O esa, claro, era la idea. Piernas frescas para los últimos 20 minutos. Szoboszlai, Darwin Núñez, Jota y Gravenberch. Un banquillo de lujo. Y el húngaro estuvo a un paso de sentenciar pero el 'Dibu' se hizo gigante ante el mano a mano. También sacó el argentino una mano tremenda a disparo de Alexander-Arnold desde fuera del área.
Y esas manos dieron vida a los de Birmingham. La presión alta funcionaba al Villa y robaron ante MacAllister en el balcón del área 'red'. Durán destrozó la red de los de Klopp y dio vida al Villa a falta de cinco minutos. 2-3. Qué partido estábamos gozando en el norte de Inglaterra.
90 minutos (más descuento) que no tuvieron sentido. En los 10 minutos finales volvió a pasar de todo. Un gol anulado a Darwin y el 3-3 de... ¡John Durán!. Un balón filtrado (¿o disparo?) de Diaby que desvía de forma clave el colombiano para el empate. Emery se volvía loco en la banda y Tom Hanks ('acérrimo' fan villano y presente en el estadio) lo hacía en el palco.
El Villa tuvo dos más, incluso. Un parada impresionante de Alisson, con el hombro, ante Diaby... y una jugada a balón parado en la que Pau Torres pedía mano de van Dijk. Que la hubo. Pero el VAR consideró que la posición era natural tras un salto de ambos centrales. Ahí acabó todo. Mañana, Unai Emery y sus villanos miraran a Londres. Si el Tottenham no gana al Manchester City, serán equipo de Champions cuatro décadas después.
