El Bayer Leverkusen jugará la final de la Europa League en Dublín. Los de Xabi Alonso han remontado un 0-2 ante la Roma y continúan invictos después de 49 partidos. Una nueva noche épica en el Bay Arena, que se está acostumbrando a partidos así esta temporada. El Leverkusen está a dos partidos de un Triplete histórico.
La Roma entró muy bien al partido en el Bay Arena. A los tres minutos Lukaku estuvo cerca del gol, pero un mal control y una rápida salida de Kovar impidieron la ocasión. Los de De Rossi salieron valientes en busca de un reto casi imposible, pero el Leverkusen fue poniendo las cosas en su sitio. Los alemanes se asentaron en campo rival y empezaron a avasallar la portería de Svilar con remates lejanos de Azmoun, Hofmann e Hincapié. La Roma dio un susto con un remate de Pellegrini solo dentro del área, pero le salió centrado.
La lesión de Spinazzola parecía complicar el planteamiento a los de De Rossi. Entró Zalewski en su lugar y los de Alonso empezaron a buscar lla banda izquierda de los romanos. Un remate al palo de Palacios y un paradón de Svilar a Frimpong parecían prever el 1-0. Más aún tras dos paradones de Svilar a Adli y Hlozek, pero acto seguido Tah agarró a Azmoun y Makkelie pitó penalti. Leandro Paredes anotó desde los 11 metros y cambió la dinámica de los últimos minutos de la primera mitad. La Roma se creció y encerró al Leverkusen antes del descanso.
El Leverkusen salió muy enchufado en la segunda mitad, pero la Roma seguía muy confiada tras el 0-1. Los italianos llegaban con facilidad al área del Leverkusen y siempre con peligro. El partido parecía un ida y vuelta constante en el que no había mediocampo. Hasta que en el 65' llega otra jugada clave: mano de Hlozek y penalti para la Roma. Paredes culminó el doblete igualando la eliminatoria.
Xabi Alonso pedía cabeza tras el 0-2. Su equipo se veía en una situación similar a la vivida muchas veces esta temporada, pero enfrente tenía a una Roma que no daba señales de atemorizarse ante el campeón de la Bundesliga. El tolosarra movió el banquillo e introdujo a Schick y Wirtz. Precisamente Wirtz fue participé en el 1-2. Él sacó el córner que golpeó en la espalda de Mancini, anotando en propia puerta. En el descuento llegó el cierre de la gesta. Stanisic marcó en el 96', como ya hizo ante el Dortmund, y salvó el invicto de 48 partidos.
Un 2-2 final que clasifica a los de Alonso a su segunda final esta temporada. Será la tercera final europea de la historia del club, después de la Copa de la UEFA 1987-88 y Liga de Campeones 2001-02. Pero el tolosarra persigue un reto mayor. Ganar las dos finales y coronar un Triplete histórico para los alemanes.
