El Borussia Dortmund es el primer finalista de la UEFA Champions League. Contra todo pronóstico, sorprendiendo a propios y extraños, los de Edin Terzic estarán en Wembley tras vencer 1-0 al PSG en la vuelta en el Parque de los Príncipes. La renta de un gol de la ida no fue necesaria.
La mesa estaba puesta para que el PSG siguiera su historia de cuento de hadas: ganar en casa, en la que apunta a ser la última noche de Champions de Mbappé en el Parque de los Príncipes camino a la final del torneo que obsesiona al equipo y que sigue sin tener en sus vitrinas. En lugar de eso, en París se vivió una pesadilla porque llega otro fracaso en la Liga de Campeones, que si echamos un poco de memoria, no resulta tan sorpresivo porque parecía que habían tirado la toalla en Montjuic antes de que revivieran gracias a la roja de Araujo. Xavi y todo el Barça han de querer matarse en estos momentos.
El Dortmund salió con la idea clara: no otorgar espacios al PSG. Funcionó en la primera parte, en la que durmieron al Parque de los Príncipes y Kobel tuvo poco trabajo. La más clara, de hecho, llegó en el otro arco, con Donnarumma tapando a Adeyemi para seguir con vida.
Al volver del vestidor, todo cambió. El PSG salió con el acelerador a fondo y se contagió su afición. Inclinaron la cancha y casi llegó el empate, pero Zaire-Emery estrelló en el poste un gol cantado en un córner. En el pecado llevan la consecuencia, porque a la siguiente jugada, el Dortmund tuvo su gol, en córner rematado por Hummels, solo pese a que había tres camisetas azules a segundo palo.
Un mazazo para el PSG, que lo siguió intentando. Gonçalo Ramos, la apuesta de Luis Enrique para tener un nueve que acompañe a Mbappé y Dembélé, no estuvo en su noche y falló múltiples para recortar. Nuno Mendes estrelló una más en el madero a la hora de juego. Una falta de Hummels sobre Ousmane parecía penalti, pero se pitó a milímetros de la línea, y fue como si le hubieran bajado el sonido al Parque de los Príncipes.
En la recta final, más por riñones que por cerebro, los parisinos tuvieron un par más, pero los postes más le negaron los goles a Mbappé y Vitinha; en total fueron seis disparos que el arco rechazó en la eliminatoria para los de Luis Enrique. Kylian cayó en el área pidiendo un penalti al 90′ y quedó viendo al cielo sabiendo que ya era inevitable: el quinto de la Bundesliga, a la final de Wembley, y el PSG despide a su máximo goleador sin la ‘Orejona’… si es que ahora sí se va. Los millones no compran la felicidad, ni la Champions, ni un gol en 180 minutos ante el Dortmund.
