El plato fuerte del menú de este lunes nos llevaba directamente a Italia. Todo ello, claro está, porque el Inter de Milán afrontaba su primer match ball para saborear las mieles del éxito en el trono de una Serie A que fue conquistada por el Nápoles en 2023. A buen seguro, el presente curso está siendo fantástico para el equipo dirigido por un Simone Inzaghi cuya continuidad es prioritaria para sus dirigentes. En cuanto al AC Milan, venía de caer apeado de la Europa League.
Rebasado el cuarto de hora de la batalla, el guion sería fantástico para los intereses de los visitantes. Todo ello, por supuesto, a raíz de la diana de un Francesco Acerbi que inauguraría el electrónico con un testarazo en una acción de estrategia (0 – 1). Poco después, un envío filtrado por Federico Dimarco no pudo ser aprovechado por un Lautaro Martínez que no estaría fino con su definición. Rafael Leao tendría la réplica, aunque Yann Sommer atajaría el esférico en San Siro.
Matteo Darmian conectaría con Marcus Thuram, pero el chut del francés se marcharía desviado, al tiempo que Sommer le ganaría la partida a Davide Calabria. Dicho lo cual, el propio Thuram lograría resarcirse al volver del túnel de vestuarios porque sorprendería a Mike Maignan con su latigazo para transformar el 0 – 2. Fikayo Tomori recortaría distancias para agitar el Derby della Madonnina (1 – 2), un duelo que acabaría con gran tensión por las expulsiones de Theo Hernández, Denzel Dumfries y Calabria. Aun así, el Inter resistiría para alzarse con el trofeo del Scudetto.
